viernes, mayo 27, 2011

Lo que se descubre


Nunca hubo un presente como este
que abriera a punta de pasos
las puertas del infierno conocido.
Nunca tanta vida transitando
por lo simple de la sombra y la sonrisa,
lejos del salto de mata
y el azar desordenado
que ahora se convierten en agua
fluyendo despacio.

jueves, marzo 03, 2011

Ahora

Me hubiera puesto a escribir
un largo poema acerca
de cómo desayunan en domingo
las mujeres que me gustan de la tierra.
Se regodean, sonríen satisfechas,
bailan sin moverse al ritmo
de la costumbre de pasar los días
como vasos de agua que se quiebran.

O hubiera podido
describir los paraísos,
selváticos y calculados,
de los sitios elegantes para cenar
en esta ciudad sin calles dirigidas,
amontonamiento de ideas,
abandono letal de los cines,
casa de las angustias sin nombre.

Pero estaba contigo que miras
y encuadras los restos de belleza,
aíslas los conceptos,
obvias la falta de ritmo
para escuchar mis gruñidos de cachorro.

Tan bella,
tan suave, tan hermosa
que me reconozco
no por lo que soy
sino por lo que voy siendo.
Ahora que terminó el desafío,
que comienzan los caminos,
zarpamos muy despacio,
todo el tiempo comenzamos
y esto es ser, ninguna cosa
que las palabras
puedan aprehender.

miércoles, febrero 09, 2011

Antes de zarpar

Decir que comienza,
que dura, que termina
es injusto y peligroso.
Aquí nada está dicho
lo suficientemente alto,
nada ha sido soñado
sistemáticamente,
hilvanado al borde de una falda
o atado con palabras y presiones.

Hablar, afirmar, hacer
son parte de todos los días
este día
que nunca sé dónde está.
Amanezco y a mi lado
respira un dragón,
un hombre dulce,
el dios de las mitologías
que quedaron cuando aceptamos
el odio al whisky y la ternura impresa en offset.

Escucho sin prestar atención
las voces que intentan reflejarnos,
los códigos de validación
se me olvidan por las noches
cuando con un beso
como con una mirada
se alarga el tiempo sobre el fresco
que todavía guarda la montaña.

Y sé que vamos a hacer esto
como se vive la vida:
simple, a cada minuto,
dejando las palabras para lo que sirven
en el cajón de los rompecabezas,
los hilos para tejer,
las miradas lejanas,
el cajón que abrimos
cuando no estamos tocándonos
y quietos nos esperan,
doblados en cuatro movimientos,
los buenos
y malos presagios.

jueves, enero 27, 2011

Océano y asombro

Jugamos a las dos palabras.
Reducimos la descripción
de esta espera ya casi
demasiado larga.

Insinuamos el vacío
y hacemos tratos a futuro
sin decirlos, no sé cómo,
ni siquiera nos miramos
y entendemos lo mismo.

Las piedras de las calles
amanecen congeladas,
gruñes, luego te ríes
mientras yo lleno las macetas
de flores y hojas:
la casa huele a gardenias
y después de las nueve
aquí todo es silencio humano.

Hay ronroneos electrodomésticos,
pájaros extraviados que reclaman,
sol natural o de cien watts,
manzanas dulces
con el corazón detenido
como yo
y mis palabras
que ya solamente te esperan
para dejar de ser.

sábado, enero 08, 2011

Un tren que se acerca

Tengo...
Un par de manos
un par de tetas
que no son las razones
para que vengas...

Tengo...
Estas ansias que no me dejan dormir
estos tequilas que te dedico
esta melancolía
que ni siquiera es mía.

Tengo...
El futuro entero
pendiendo de una manta
y un buen momento
de un silencio, del filo del acero
y del pasado.

Pero sobre todo
tengo la decisión.
No sólo la mía, también la tuya
estas ganas de escribir una historia
nuestra historia
que ya no sé ni cómo comenzó.

Aquí te espero
hacia acá vienes
el resto del mundo
observa, paciente...

martes, diciembre 28, 2010

Cuando el hogar dejó de serlo

Ya me quitará -dice- este lenguaje de la boca
con besos y mordidas a lo largo de los días
que cuando no está se vuelven lentos
como pasos cautelosos de felinos necios.

Si pudiera hablar de las manchas en el lomo
que tiene la cara del amor mientras reposa.
Si decir su nombre fuera suficiente
y no una simple señal de la existencia
de ese tipo, mi tipo, que apenas duerme...

Desnuda, encapsulada, con una agenda apretada
deshago conversaciones pensando en sus huesos...

domingo, diciembre 26, 2010

Futuro perfecto

Y cuando decidimos
que esta historia iba a serlo de verdad
no pensamos, simplemente fuimos
lo que sentimos que debíamos ser.

Besar la boca del otro
cuando eres tan amado como amas
resulta fácil con el mar de por medio
y cualquier impedimento imaginario.

Ya sabíamos de las paralelas,
del daño, del cuidado y los secretos
necesarios para seguir viviendo
y siempre tener de nuestro lado al misterio.

Comenzamos a andar así, poco a poco
más allá de las palabras,
lazo común con los otros.
También a través y sobre ellas,
por lo simple y lo concreto.

Y no teníamos ni idea
de lo que comenzábamos
pero sí planes para todas las letras
del abecedario, que aparecían
en la comisura de los labios,
bajo de la sombra del pasado,
hilvanando el argumento.

Aquél hermoso y perfectamente libre
acto de amor.

jueves, diciembre 23, 2010

Una vitrina

Aquí nadie se toca
porque somos todos de cristal.
No vaya a ser que nos rocemos
y quebremos nuestras finas aristas;
que no suceda que
abandonemos el brillo
y descubramos la aspereza
en el despostillamiento
de la personalidad.

Podemos mirarnos
desde los escaparates diseñados
para mantener el misterio
y regalarnos sonrisas sutiles,
verdades brutales suspendidas
del supuesto del deber.

O interrumpir silencios dorados
para emitir una sentencia,
amenazar invisiblemente
con la imaginación
algo que está muerto
desde hace mucho tiempo.

Estamos solos y con los otros:
vaya implacable verdad
con la que hay que lidiar cada vez
que movemos un músculo.

Y nos perforamos voluntariamente,
vivimos de atún y sonidos vegetales,
gritamos desde el otro lado del mar,
racionalizamos el amor que nunca para
o despreciamos la oportunidad.

Pero no nos atrevemos
a decir eso tan simple, eso que me dice
una voz cada vez que no me lo espero:
que estamos juntos, que podemos vernos
y reírnos de todo, construir y abandonar
porque no pasa nada, porque de todas formas
estamos lastimados desde el inicio
y lo que puedas sentir es ganancia
a la muerte que te espera en la otra esquina.

viernes, diciembre 10, 2010

Huellas

Me pongo su suéter azul:
es más frío que la sombra
que me hace temblar a medio día.
No me importa que trate de vencerme
porque igual voy a salir con falda
a ver qué nos regala el viernes.

Esta mañana hacía la fotosíntesis
rumbo a la oficina, fumando,
sonriendo este breve siempre,
apuntando bocetos de algo
como un plan que ya no sabe
si va, viene o se detiene.

Es claro que no va a terminar
nunca de borrar las huellas
que deja por ahí en cada camino:
en el tapete de baño mojado,
sobre la arena blanca del Caribe
y en los charcos de sol que barre la tarde.

Yo pienso, cuando lo veo y cuando no,
que el presente del caminante
me permite destejer mis excusas
borrar mis propias pisadas
para cambiarle el rumbo a un destino
cada vez está menos escrito
pero mejor soñado.

[Y vamos a ser necios
para construir un sentido]

jueves, diciembre 02, 2010

Una madre antigua

Cada amanecer tambalear con una duda
marear la incertidumbre, tensar el cuerpo.
Es tan triste cuando arranca el tiempo
en esta parte del mundo, la ciudad en que nacimos,
miserable y cruel con la idea de lo bueno
egoísta en sus milagros, peligroso engendro.

Es un animal, a veces duerme y ríe,
te permite reposar sobre su piel,
escuchar su respiración y sus latidos.
Parece entonces una madre que no muere,
reconoces en cada esquina su sangre que destella
como si se abriera la carne y te dejara
tocar su alma de lago asesinada,
su transparencia de fantasma tierno.

¿Cómo vamos a saber qué siente?
Entrar a sus brazos a las seis, siete, ocho am
es un salto de fe, la caída en el absurdo,
una carrera para arrebatarle lo que puedas.
Es como tú una mujer caprichosa
capaz de enamorarse por un rato,
inventar a una pureza inexistente
y hacer reales pequeños deseos...

Hasta la próxima mañana, hasta otro reto.