martes, mayo 26, 2009

Tienes toda la razón

Si lo único que tengo es este tiempo,
esta dureza más real que el amor
y la incertidumbre que me agota
¿Cómo puedo hacer poesía?

Justo por eso, dirás desde lo etéreo
debo encontrar lo hermoso.
Porque nada en este mundo vale
Si no lo rehaces
desde su pobre realidad.

¿Qué somos, sino carne que se muere?
Sólo eso si no lo llenas
de la música que corre por la sangre
de cualquiera que esté apenas vivo.

Si no fuera por los matices
que a veces me regalas
esbozados en frases al aire
o miradas dulces que derriten los minutos.

Si no me ofrecieras la cicuta
en vaso alto,
las fuentes para pescar imágenes
y todos los sueños diminutos,
no podría hacer salir el sol
cada mañana
y volverte a buscar en todas las esquinas.

Tienes toda la razón.

miércoles, mayo 13, 2009

Adiós, Nacha Pop

Hoy leí en el periódico que murió Antonio Vega. Hasta hoy no había visto una foto de ese hombre (mucho menos consumido por el cáncer) que hoy ya no es. En los ochenta yo fui niña; con los noventa entré en la secundaria. No fue propiamente de mi tiempo, aunque sí recuerdo a un primer novio que tenía una hermosa maleta de cuadros rojos, llena de discos compactos. También que hacía fiestas en Tepepan, Xochimilco y que tenía 16 años cuando aprendí a bailar canciones de Danza Invisible, la Unión y el Rock en tu idioma en general. Ya muy tarde cuando se terminaban los vasos de chela, se escuchaba La chica de ayer o Lucha de gigantes, que volvería con "Amores perros" años después.

¿Y por qué me da tristeza? Quizás porque imaginaba entonces lo que imaginaría aquél hombre el mundo. Tanta nostalgia en una voz tan joven era síntoma del enigma. Como cualquier arte que valga la pena, valía por lo que no decía.

Tengo algunos muertos en el alma y, cuando lloro por la ausencia, siempre lloro por lo mismo: porque esa mirada desapareció y jamás volverá a pintarme el mundo a su manera...

Y porque en la cama fumábamos y los planos se me movían sin querer escuchando Una décima de segundo:


Un momento en una agenda,
una décima de segundo más
vuela,
va saltando de hoja en hoja,
mil millones de instantes de que hablar.
Una ráfaga de aire frío
un molino de viento hace girar,
sigue,
va rodando sobre su eje
describiendo una trayectoria más.



Adiós, Nacha Pop.