miércoles, octubre 31, 2012

Un error


La muerte es absurda, caótica, inmerecida;
hermosa, montada sobre sus metáforas,
modifica decisiones o querencias,
siempre limpia, divertida, mira
desde la barda del cementerio,
nuestros estúpidos rituales de duelo
rumiados al cansancio para lograr consuelo.

No tiene caso visitar tu tumba, o escribir
las piedras de tu nombre en el espejo,
honrar la dieta, el cumpleaños y los libros
que dejaste vacíos de tus ojos, tu mujer
enamorada y rota, abrazándose a mis huesos
como si trajera en la ropa aún algo de tu vida.

Tú y todos mis abuelos ya están muertos,
la niña que fue madre del sol, tres hermanos
de mi padre y los amigos, míos y de mi hermana,
jóvenes, hermosos
y también equivocados.

La vida, como su suspensión,
es solamente un error
un nudo en la garganta.
que se pasa tragando.

lunes, septiembre 24, 2012

Muerte en/del verano


Había una criatura dúctil
que podían rodear con los brazos
el poste de luz más solitario
para hacerle latir el corazón de cobre.

Elegía para besar un banco de piedra,
como la acción más apropiada
para la primera noche del año
que es más larga que el día.

Y saludaba a los últimos geranios,
ya en racimos de agonía,
para que tuvieran una muerte dulce
y pudieran mezclarse sin asco
con el resto de la basura del verano.

martes, julio 24, 2012

Amarillo


No cierres los ojos:
evita
el esfuerzo de abrirlos otra vez.
Permanece inmóvil,
respira despacio
y mira
la luz amarilla
que dejamos encendida
para no tropezar con nuestros sueños.

Imagina
que somos fugitivos:
el enemigo se acerca,
invisible y cruel,
hace que tus miembros pesen
y que tus pulmones oprimidos
se colapsen por el miedo.

Como este calor
que nos hace poner barricadas
para que el sol se quede afuera.
Huimos de las calles sin sombra
para prevenir el colapso
que mata a los ancianos
con piel de papel y sueño fácil.

Y entre los dedos hilvanamos
el hilo de cualquier conversación
que nos mantenga en la terraza
con una jarra de cerveza
mientras las horas pasan.

Hasta que se termine
otro largo día de trece horas
y volvamos a la madriguera,
pegajosos y casi inconscientes,
desalentados
porque las entrañas de la casa
están cargadas de energía,
se han cocido al vapor que entró por las rendijas
y tenemos que dormir
en este cuerpo blanco que agoniza. 

martes, julio 03, 2012

Y recordar...

Muerdo el hueso del melocotón
contra las astillas de mis dientes:
duele dulce como las cosas que suceden,
la gente que camina por las calles,
los gritos, las palabras, la esperanza
que se disuelve después de un buen sueño.


Leo y veo: me regresa la idea
de que como grupo no sabemos
hacer otra cosa que subsistir o perseguirnos.
Hablar de conquista y derrota,
conquistarnos, abusarnos, abandonarnos,
dividirnos y, pasando el tiempo
ir diluyendo la rabia.


Habría que recordar que jugar
a la representación no es participar.
Y que amar, trabajar, crear,
responder por los actos propios
y actuar con congruencia
es más real y más difícil
que solamente pedir o protestar.

viernes, junio 29, 2012

Lejanas


Yo vi a las hermosas mujeres
de voces suaves y cuerpos breves
que observan los detalles con ojos
que nunca podré poseer.

Llevan los brazos gemelos,
aros dobles que brillan y resuenan
y la punta de los dedos pintada de rojo
para dibujar el contorno del viento.

Entienden sin palabras
el valor de la llama conservada,
son la carne sagrada, la lógica de la simetría,
la carga de los símbolos sin tiempo.

Cuando bailan, envueltas en seda,
recrean el origen de lo vivo,
escriben historias con las manos,
besan el aire y le dan contorno al mundo
con el rabillo del ojo
y la contundencia de lo femenino.




viernes, junio 22, 2012

Viernes

Es viernes a medio día
y las madrileñas insolentes
pasean sus piernas largas al sol,
sonriendo a los pobres miserables
que saben que toda esa carne
se exhibe sin posibilidad de gozarse.

Los árboles crecen sobre los aspersores
y el empleado anónimo del parque
derrama sangre verde con la podadora,
estremeciendo a los corredores
con el aroma vegetal de la muerte.

Un negro a la sombra sonríe y espera,
a que pase la policía para mostrar su mercancía.
Es una cuestión de ritmo, vigilar, saltarse las reglas
y no alterar la paz de los autos que corren por Alcalá.

Es viernes y el sol recorre su camino sin placeres,
hasta los cuerpos tostándose en la hierba
son preparativos para la noche de cañas,
las terrazas salvajes, el olor del cabello mojado
y las calles cruzadas de miradas y de gritos,
la multitud persiguiendo el rastro de la música,
el sexo furtivo, la risa y el discurso que se olvidan.

Y perdidos en lo alto de la barra del Revuelta,
tú y yo, registrando entre besos y espejos
los rituales de este mundo de personajes,
relatando los detalles del instante
para nuestra caja de recuerdos.


viernes, junio 08, 2012

La ciudad azul

Ya me habías dicho
que después de la montaña estaban las fortalezas,
las calles del barrio musulmán en Jodhpur
en las que las palabras se vuelven música
porque no comprendes otra cosa
que las miradas y las sonrisas.

Caminábamos entre las multitudes
buscando espejos negros a pares,
metiéndonos en la boca los nombres,
tan sutiles que no pudimos aprenderlos,
tuvimos que practicar mientras reíamos
y dejarnos llevar por la ternura de los hombres,
la timidez implacable de la belleza en las mujeres
y el correteo de los niños, que allí,
siempre son felices.


Sonnal y Carlos jugando karam

viernes, mayo 27, 2011

Lo que se descubre


Nunca hubo un presente como este
que abriera a punta de pasos
las puertas del infierno conocido.
Nunca tanta vida transitando
por lo simple de la sombra y la sonrisa,
lejos del salto de mata
y el azar desordenado
que ahora se convierten en agua
fluyendo despacio.

jueves, marzo 03, 2011

Ahora

Me hubiera puesto a escribir
un largo poema acerca
de cómo desayunan en domingo
las mujeres que me gustan de la tierra.
Se regodean, sonríen satisfechas,
bailan sin moverse al ritmo
de la costumbre de pasar los días
como vasos de agua que se quiebran.

O hubiera podido
describir los paraísos,
selváticos y calculados,
de los sitios elegantes para cenar
en esta ciudad sin calles dirigidas,
amontonamiento de ideas,
abandono letal de los cines,
casa de las angustias sin nombre.

Pero estaba contigo que miras
y encuadras los restos de belleza,
aíslas los conceptos,
obvias la falta de ritmo
para escuchar mis gruñidos de cachorro.

Tan bella,
tan suave, tan hermosa
que me reconozco
no por lo que soy
sino por lo que voy siendo.
Ahora que terminó el desafío,
que comienzan los caminos,
zarpamos muy despacio,
todo el tiempo comenzamos
y esto es ser, ninguna cosa
que las palabras
puedan aprehender.

miércoles, febrero 09, 2011

Antes de zarpar

Decir que comienza,
que dura, que termina
es injusto y peligroso.
Aquí nada está dicho
lo suficientemente alto,
nada ha sido soñado
sistemáticamente,
hilvanado al borde de una falda
o atado con palabras y presiones.

Hablar, afirmar, hacer
son parte de todos los días
este día
que nunca sé dónde está.
Amanezco y a mi lado
respira un dragón,
un hombre dulce,
el dios de las mitologías
que quedaron cuando aceptamos
el odio al whisky y la ternura impresa en offset.

Escucho sin prestar atención
las voces que intentan reflejarnos,
los códigos de validación
se me olvidan por las noches
cuando con un beso
como con una mirada
se alarga el tiempo sobre el fresco
que todavía guarda la montaña.

Y sé que vamos a hacer esto
como se vive la vida:
simple, a cada minuto,
dejando las palabras para lo que sirven
en el cajón de los rompecabezas,
los hilos para tejer,
las miradas lejanas,
el cajón que abrimos
cuando no estamos tocándonos
y quietos nos esperan,
doblados en cuatro movimientos,
los buenos
y malos presagios.