jueves, enero 31, 2008

Este mundo




And I find it kind of funny

I find it kind of sad

the dreams in which I'm dying

are the best I've ever had

I find it hard to tell you

I find it hard to take

when people run in circles

It's a very, very
mad world...


Gary Jules, Mad world.

sábado, enero 26, 2008

Milú


Mi luna siempre se refleja en el agua.
Es una mancha de blanco movida entre brumas,
como vista mientras se llora
o se pierde la conciencia en el alcohol.

Mi luna nunca está quieta
y no viene a mi ventana,
pero se mete en los sueños
y en cada una de las palabras.

domingo, enero 20, 2008

Frases incompletas...

Juego.

(Del lat. iocus).

1. m. Acción y efecto de jugar.

2. m. Ejercicio recreativo sometido a reglas, y en el cual se gana o se pierde. Juego de naipes, de ajedrez, de billar, de pelota

poesía.

(Del lat. poēsis, y este del gr. ποησις).

1. f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa.




Juego de matices creados en messenger y mezclados en domingo.



***

La miel escurría lentamente por la espalda del rinoceronte cuando abrió el puño y escaparon las gallinas. Ese era el mejor momento para arrojarlo por la ventana y verlo volar por entre las ramas. El camino oscureció y encontré un duende que sonreía en medio de una espesa amnesia, cuando la noche bostezaba, en el instante en que la respiración se cortaba, ahí, cuando suspiré.

***

El camino oscureció y encontré la vereda que no estaba buscando. La miel escurría lentamente por la pared de la dama amarga. Ese era el mejor momento para iniciar de nuevo: abrió el puño y escaparon las mariposas, rápido subieron a esos grisáceos árboles, buscando el azul que nunca conoció aquel niño que asoma por la ventana y que sueña con volar.

***

Abrió el puño y escaparon las mariposas negras de su olvido. La miel escurría lentamente por el mundo, el camino oscureció y encontré la luz. Ese era el mejor momento para emprender una nueva aventura.

***

Ese era el mejor momento para dejar volar la imaginación. La miel escurría lentamente por la cuchara. Abrió el puño y escaparon las hormigas voladoras.

***

La miel escurría lentamente por la taza. Abrió el puño y escaparon las últimas gotas de energía. Cedió a la muerte como se cede al cansancio. Ese era el mejor momento para darle un besazo y decirle que la quería. El camino oscureció y encontré el azul del fin del día, ese que más confunde que ilumina.

***

El camino oscureció y encontré una luz que fue el inicio de mi fin. Abrió el puño y escaparon las ilusiones. La miel escurría lentamente por la botella hacia la licuadora. Ese era el mejor momento para saborear una chaparrita bien fría.

***

Abrió el puño y escaparon las lágrimas. El camino oscureció y encontré la verdad que escondía. Ese era el mejor momento para recoger la miel del rinoceronte, seguir mirándome en tus ojos y dejar volar las mariposas.

***

Ese era el mejor momento para guardar silencio, pero no me pude contener y lo que jamás debió ser dicho, se dijo. Abrió el puño y escaparon las mariposas. El camino oscureció y encontré que tu mirada podía brillar aún más.

***

La miel escurría lentamente por el panal y las abejas trabajaban duramente para conseguir una buena cosecha, pero ella sonreía y me dije, eres afortunado. ¡Pues claro! Respondieron los dioses. Ese era el mejor momento para ella. Estaba feliz con la libertad que tenía en las manos. Abrió el puño y escaparon las mariposas que habían sobrevivido.

***

El camino oscureció y encontré tus ojos regados bajo mis pasos, mientras la miel escurría lentamente por tu espalda. Abrí el puño y escaparon las mentiras, todas ellas, como mariposas. Ese era el mejor momento para decirte que ya no podía vivir sin ti.

***

Abrió el puño y escaparon las dos palomillas obscuras. La miel escurría lentamente por sus manos. El camino oscureció y encontré un monstruo con cuerpo de león y dos cabezas de dragón. Ese era el mejor momento para olvidar, dejar que ese aroma a muerte embriagara la tarde, profundo suspiro que al exhalar terminaba asfixiado.

***

Ese era el mejor momento para regalarle algo. El camino oscureció y encontré un claro. La miel escurría lentamente por sus labios, abrió el puño y escaparon las mentadas que quisieron ser golpes.

***

El camino oscureció y encontré vida. La miel escurría lentamente por entre mis piernas, abrí el puño y escaparon las palabras. Ese era el mejor momento para expresarle todo lo que sentía.

***

Ese era el mejor momento para hablar. La miel escurría lentamente por el cuerpo de mi amante, cuando abrió el puño y escaparon las ilusiones de toda mi vida. El camino oscureció y encontré un sendero.

***

La miel escurría lentamente por el árbol. El camino oscureció y encontré al lado de la cuneta una cría de jabalí herida. Abrí el puño y escaparon las fuerzas junto con mis esperanzas. Ese era el mejor momento para quemar las barcas y volver nadando.

***

El camino oscureció y encontré la luz. La miel escurría lentamente por la mesa. Era lo único que se movía después de que todos partieron.

***


Escribieron: Anita, Geert, Hans, Iziar, Iván, Javito, Jorge, Karen, Kikis, Loana, Miguel, Peatonal, Punk KD Pati, Tutsi pop girl, Valentín y Vary.

Mezcló: Furtiva.

miércoles, enero 16, 2008

Se permuta



Una cucharada de dolor ficticio por media hora de risa simple.

Tres lágrimas y un peligro inútil por una sola palabra dicha con sentido.

Veintisiete promesas por una tarde soleada sin aviso.

Los planes hechos al aire por un esfuerzo.

La distancia por la gratuidad.


Y todos, todos los intentos por el principio de una construcción.

jueves, enero 10, 2008

Escapando del cristal

Marioneta. José Horna. Museo Nacional de Arte.


Remolino por cabeza, alas de cuerda, alma de árbol: sólo falta desatar los hilos que te amarran al cielo para volar en picada hacia la tierra.


martes, enero 08, 2008

Infancia


Entre colores y carreras -fantasías de los otros- los niños fijan la mirada en un punto desconocido. La infancia es a veces el tiempo más solitario.


sábado, enero 05, 2008

Espejo

Rota la tarde, cien cielos me devolvieron el reflejo del sol.

martes, enero 01, 2008

Cambiando de numeración


Si es mitad, inicio o final del camino, lo ignoro. Hoy nada más tengo la certeza de que hay que combatir el cambio por necesidad con el esfuerzo por voluntad.

domingo, diciembre 30, 2007

Amor

Por mi hermano y para Silvio.

Y hoy apenas lo sé,
aunque ha pasado tanto tiempo.

Recién me entero:
he pagado
por cada beso
y todos los temblores,
por la sonrisa que escapó
con mi idea de juventud
y la realidad desarticulada de esos, mis años.

No tengo más razones para temer.
Atravesé esos infiernos a conciencia,
por voluntad o falta de criterio.
Ese mismo miedo que viste
cuando estaba desnuda,
ese terror desconocido por todos.

Tiendo un puente y digo:
decido, amo, me limito, me desbordo.
Estos tiempos son nuevos,
no tropiezo cuando hablo
y no me asusta callar.

¡Qué curioso! Veintinueve años
-y más de la mitad de ellos-
para saber que todo ha sido por mi
y a veces, por amor, para los otros.

miércoles, diciembre 19, 2007

Final e inicio en la montaña

Soñando, de cara a la pared
Se quema la ciudad
Soñando, y no hay más...

Lhasa de Sela

Caminar es medir cada paso en la pendiente que se extiende al frente. Es despertar con el aire helado en los pulmones y buscar el ritmo del calor, la pausa justa en la respiración.


No pensar en los quiebres del camino, sólo mirarlos y encontrar que sí, aquí también las piedras amanecen abrillantadas por el hielo y te bailan en los ojos con el sol diagonal del amanecer. Hay un río, represas que contienen silencio, ese que no existe allá, donde guardas tu cama.

Y árboles que comienzan debajo de las huellas de alguna erupción volcánica. Nadie ha clavado cimientos aquí, sólo los pinos que se alzan sobre el día, escupiendo todavía algunas verdades al calendario y al reloj. La casa de lo verde es muda y llega al cielo.

Para que pudieras andar, alguien tuvo que trazar este camino que bordea cerros, tender los cables de alta tensión que violentan el paisaje con el zumbido amenazante del futuro, poner a pastar las vacas, crear las rosas de nieve que nadie se atreve a tocar. Correr la voz (¡existe un camino!) y dejarlo a la posibilidad de tu mirada para que lo volvieras realidad.

Las piernas te responden. Dejan de existir, sólo eres aire acompasado que entra y sale, todo ojos para leer el mundo. Arriba, donde ya no hay nada que escalar, te tumbas en la tierra a mirar. ¿Para qué anudar historias, besos, llegadas y despedidas? ¿Dónde poner todo lo vivido? ¿Cómo empiezan las cosas, por qué terminan siempre?

No hacen falta respuestas. Si en algún lugar y momento acaba o inicia algo, es aquí: en un instante largo que palpita, que no tiene razones ni sonidos.


Sólo están tu y el mundo.