martes, junio 22, 2010

Volar


Yo quería decirte que sobre ese cielo nublado
podríamos lanzarnos desde los tallos de bambú
como pájaros suicidas o exiliados a la mar,
a buscar palabras nuevas que se nos pegaran
como pequeños crustáceos oportunistas
a la lengua, a las alas, a los sueños.

Porque las nubes parecen más cercanas
entre tantos edificios y volar, volar es fácil,
una cuestión de ganas, un paso metodológico,
una decisión que se toma con tendones y falanges,
así como se decide amar, tal como se renuncia a perder,
agitando el viento, ostentando la facilidad.

Pero no te dije nada. Sólo te tomé de la mano
[en mi mente]
y saltamos juntos hacia ninguna parte.

3 comentarios:

  1. saltar y no caer, saltar y permanecer en el salto, saltar y que el cielo se deshaga entre las manos como miga de pan mojada en leche caliente

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  2. Me gusta, esto me gusta. Es como que me reconozco en estos deseos, en los materiales del poema. Sí, en tu mente hay vuelo.

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  3. el barón rampante9:19 p.m.

    Es esperanzador el paso de "salto mortale" voluntario al anhelo de volar con la persona amada. ¿Y qué opinará el aire que carga a los voladores?

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Escribe algo. Todas las palabras tienen peso.