Nada más del nombre me enamoro
pero también tienen algo de fiera
esas pequeñas, como besos explosivos
con un discreto olor a pólvora.
Pintas de tigre, duración de suspiro,
mis astromelias se abren
contenidas en la transparencia
doble del agua y el cristal pulido.
Pura intensidad sin perfume,
niñas del campo,
hermosas y traviesas como yo
cuando se me olvida el tiempo.
Cuando mueren no se queman
como las rosas que hacen
de la casa un cementerio:
se les va el color muy despacito,
se transforman en hierba que palidece
hasta que ya no sabes si existieron.
No duelen, no hacen ruido,
tienen paso de nube, voz de trino
y como tú, cuando te pienso,
se van diluyendo en el recuerdo.
pero también tienen algo de fiera
esas pequeñas, como besos explosivos
con un discreto olor a pólvora.
Pintas de tigre, duración de suspiro,
mis astromelias se abren
contenidas en la transparencia
doble del agua y el cristal pulido.
Pura intensidad sin perfume,
niñas del campo,
hermosas y traviesas como yo
cuando se me olvida el tiempo.
Cuando mueren no se queman
como las rosas que hacen
de la casa un cementerio:
se les va el color muy despacito,
se transforman en hierba que palidece
hasta que ya no sabes si existieron.
No duelen, no hacen ruido,
tienen paso de nube, voz de trino
y como tú, cuando te pienso,
se van diluyendo en el recuerdo.
Que se te olvide el tiempo, que se te olvide todo.
ResponderBorrarBesos, Furtiva Niña
Adoro las Astromelias, y lo que escribiste es precioso, acertadas palabras hermosa poesía...
ResponderBorrarM.T.
Caracas, Venezuela
Una descripción muy bella de la transformación. Abrazos.
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