Juego.
(Del lat. iocus).
1. m. Acción y efecto de jugar.
2. m. Ejercicio recreativo sometido a reglas, y en el cual se gana o se pierde. Juego de naipes, de ajedrez, de billar, de pelota
poesía.
(Del lat. poēsis, y este del gr. ποίησις).
1. f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa.
Juego de matices creados en messenger y mezclados en domingo.***
La miel escurría lentamente por la espalda del rinoceronte cuando abrió el puño y escaparon las gallinas. Ese era el mejor momento para arrojarlo por la ventana y verlo volar por entre las ramas. El camino oscureció y encontré un duende que sonreía en medio de una espesa amnesia, cuando la noche bostezaba, en el instante en que la respiración se cortaba, ahí, cuando suspiré.***
El camino oscureció y encontré la vereda que no estaba buscando. La miel escurría lentamente por la pared de la dama amarga. Ese era el mejor momento para iniciar de nuevo: abrió el puño y escaparon las mariposas, rápido subieron a esos grisáceos árboles, buscando el azul que nunca conoció aquel niño que asoma por la ventana y que sueña con volar.***
Abrió el puño y escaparon las mariposas negras de su olvido. La miel escurría lentamente por el mundo, el camino oscureció y encontré la luz. Ese era el mejor momento para emprender una nueva aventura.***
Ese era el mejor momento para dejar volar la imaginación. La miel escurría lentamente por la cuchara. Abrió el puño y escaparon las hormigas voladoras.***
La miel escurría lentamente por la taza. Abrió el puño y escaparon las últimas gotas de energía. Cedió a la muerte como se cede al cansancio. Ese era el mejor momento para darle un besazo y decirle que la quería. El camino oscureció y encontré el azul del fin del día, ese que más confunde que ilumina.***
El camino oscureció y encontré una luz que fue el inicio de mi fin. Abrió el puño y escaparon las ilusiones. La miel escurría lentamente por la botella hacia la licuadora. Ese era el mejor momento para saborear una chaparrita bien fría.***
Abrió el puño y escaparon las lágrimas. El camino oscureció y encontré la verdad que escondía. Ese era el mejor momento para recoger la miel del rinoceronte, seguir mirándome en tus ojos y dejar volar las mariposas.***
Ese era el mejor momento para guardar silencio, pero no me pude contener y lo que jamás debió ser dicho, se dijo. Abrió el puño y escaparon las mariposas. El camino oscureció y encontré que tu mirada podía brillar aún más.***
La miel escurría lentamente por el panal y las abejas trabajaban duramente para conseguir una buena cosecha, pero ella sonreía y me dije, eres afortunado. ¡Pues claro! Respondieron los dioses. Ese era el mejor momento para ella. Estaba feliz con la libertad que tenía en las manos. Abrió el puño y escaparon las mariposas que habían sobrevivido.***
El camino oscureció y encontré tus ojos regados bajo mis pasos, mientras la miel escurría lentamente por tu espalda. Abrí el puño y escaparon las mentiras, todas ellas, como mariposas. Ese era el mejor momento para decirte que ya no podía vivir sin ti.***
Abrió el puño y escaparon las dos palomillas obscuras. La miel escurría lentamente por sus manos. El camino oscureció y encontré un monstruo con cuerpo de león y dos cabezas de dragón. Ese era el mejor momento para olvidar, dejar que ese aroma a muerte embriagara la tarde, profundo suspiro que al exhalar terminaba asfixiado.***
Ese era el mejor momento para regalarle algo. El camino oscureció y encontré un claro. La miel escurría lentamente por sus labios, abrió el puño y escaparon las mentadas que quisieron ser golpes. ***
El camino oscureció y encontré vida. La miel escurría lentamente por entre mis piernas, abrí el puño y escaparon las palabras. Ese era el mejor momento para expresarle todo lo que sentía.***
Ese era el mejor momento para hablar. La miel escurría lentamente por el cuerpo de mi amante, cuando abrió el puño y escaparon las ilusiones de toda mi vida. El camino oscureció y encontré un sendero.***
La miel escurría lentamente por el árbol. El camino oscureció y encontré al lado de la cuneta una cría de jabalí herida. Abrí el puño y escaparon las fuerzas junto con mis esperanzas. Ese era el mejor momento para quemar las barcas y volver nadando.***
El camino oscureció y encontré la luz. La miel escurría lentamente por la mesa. Era lo único que se movía después de que todos partieron. ***
Escribieron: Anita, Geert, Hans, Iziar, Iván, Javito, Jorge, Karen, Kikis, Loana, Miguel, Peatonal, Punk KD Pati, Tutsi pop girl, Valentín y Vary.Mezcló: Furtiva.