miércoles, abril 14, 2010

Apariencias




¿A quién ama el hombre sabio con el turno al micrófono?
¿Qué recuerdo fantasmagórico lo hizo pensar tanto en lo que es?
¿Desayunó bien, le duele la cabeza, tiene gastritis?
¿Cómo era el pensador cuando no tenía canas?

La muchacha comenta al oído de su amiga
algo urgente y preocupante
cuidadosa de no ser escuchada, esperando una respuesta.

Acaso se preguntaba, como yo,
cuál es la magia que sucede entre los individuos
con sus cuerpos y querencias, su circunstancia ineludible,
para construir el encanto de lo social,
para crear la ilusión
de comunidad.

Y yo que sólo veo ojos, intenciones y sentimientos
no puedo acabar de creerme que eso fuera un simposio académico.

1 comentario:

  1. Las apariencias engañan, a veces no. Interesante análisis. Abrazos.

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