Se muerde la piel para no morderse la uñas.
Va por ahí pensando, pero las imágenes se le echan a correr con los ruidos de las calles, se esconden detrás de la dureza del instante, regresan en el momento menos adecuado, mirándola desde dentro con ojos azules enormes llenos de lágrimas, reprochando en silencio, volviéndose a esconder.
Cada vez que tiene que escribir usa una página nueva, como si empezar en blanco vaciara la vasija de las urgencias; como si enterrando las palabras en la pila de hojas que está al otro extremo de la espiral metálica, ganara una batalla contra la ilusión del tiempo, contra la enmarañada planta de lo sentido y pensado, que crece fuerte y veloz, sin cesar.
Por eso se refugiaba en las persecuciones soñadas y cultivaba el arte de dormir en cualquier circunstancia y época del año: porque sólo durmiendo se deja en verdad de creer, y la confusión de estar vivo no tiene necesidad de ser aclarada.
Sensacional. Una vez sentí algo parecido, con sus matices, eso si.
ResponderBorrarDr. Stroke
..."la enmarañada planta de lo sentido y pensado, que crece fuerte y veloz, sin cesar." Hermosa imagen para el jardin de mi cabeza.
ResponderBorrarUn abrazo desde aqui hasta alla.
E.
Una bella prosa poética. Abrazos.
ResponderBorrardormir conforta a los desesperados...
ResponderBorrary creo que las palabras si luchan y esta bien que se agarren que creen nuevas alianzas con las palabras que no se hablaban... saludos
ResponderBorrarSoy yo sólo, o alguien más cree qué a Silencio le falta alguna coma.
ResponderBorrar