Érase una niña que dejó de serlo, un gato que no salía de casa, un mundito de colores que tenía un pequeño punto negro.
La niña no tan niña escribía mirando llover. "El mundo se está acabando, como dijo mi hermana", pensó, y siguió escribiendo para el gato y la planta de epazote que estaba en el escritorio.
Hacía frío, afuera los coches empapaban peatones, mentaban madres, corrían lento sin llegar a ningún lugar.
Otro día se estaba terminando, hacía frío y silencio, el cuerpo le pesó, se fue a la cama.
A veces la vida es así de sencilla.
como el que se levanta y se asoma por la ventana, sin prisas, sin preocupaciones y se queeda asi un rato escuchando a los pajaros. Mas tarde se da un baño, se corta las uñas y se toma un jugo en botecito. En la tarde se toma un cafecito después de la comida y lee un rato a la sombra (porque hace mucho calor).
ResponderBorrarDe pronto el dia ya se acabó y hay que dormir otra vez porque mañana, mañana será otro dia.
buu escríbí algo sobre el fin del mundo en mi hi5 hoy.
ResponderBorrareste día yo soy esa niñita. con todo y el puntito negro en el mundito de colores.
gran honor es que me hayas puesto en ojos para ver.
ResponderBorrarmil gracias.
saludos
La vida es sencilla y bella
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