viernes, noviembre 04, 2005

el mejor lugar del mundo

Cuando voy por las tortillas camino persiguiendo a mi sombra a través del parque: son demasiado pocos los momentos en que salgo de los muros viejos del trabajo para pasar revista a los niños en el brincolín, a los limpiabotas riéndose y al pequeñísimo tianguis que pusieron. Irremediablemente me atraen el sonido de la cumbia, las rosas miniatura y las baratijas que me encantan pero nunca compro.

Regreso por la mitad del prado, dándole la vuelta al kiosko y miro a Angelito, sentado en una banca, robándose el sol invernal en una siesta insinuada. Lo envidio, pero tengo más hambre que sueño. Pienso en los enamorados nuevos, en las palabras viejas remezcladas de anécdotas, en la fórmula infalible y desgastada de la felicidad.

Esta vigilia es de un sueño plácido y alegre; nunca antes estuve segura de dormir sonriendo, y nunca tampoco encontré quién durmiera conmigo en vez de a mi lado. La cama es a partir de ahora el mejor lugar del mundo, como para recorrer todas las calles sin moverme de esos brazos.

5 comentarios:

  1. Anónimo5:11 p.m.

    brasos itinerantes brazas acompañantes brazadas kilométricas abrazos ciempiés manos rodante pies columpiándose entre el índice y el cordial de unas sábanas.

    la mejor estrategia para conquistar el mundo es un giro de cabeza y ya.

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  2. Anónimo1:36 p.m.

    topografias del talamo:

    lechos saturados, intrincados,
    prados de saliva y exhuberantes ramilletes de pestanas, cejas, axilas y pubis.

    en la hondanada del celibe el lecho es paramo, seco y polvoriento.
    ni siquiera las aranias anidan ahi.

    a la distancia quedaron aquellos lucidos dias de placidez narcotica.
    Biaventurados los amantes que se regocigan en sus cuerpos, que beben uno del otro y rien con las mandibulas desencajadas. Que tatuan sus cuerpos con dentelladas y suavisan las penas con la lengua esponjada.

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  3. La mejor estrategia para conquistar el mundo es dejar de pensar en él.

    Muy de pronto, casi sin quererlo, metes la mano en el bolsillo y en lugar de monedas encuentras continentes, litorales, llanuras desérticas, sabanas que son sábanas de un sueño que no es tuyo.

    Entonces te percatas de que conquistar el mundo ya no te excita en lo más mínimo. Lanzas, con una certeza que antes te era desconocida, y atinándole al mismísimo medio de la boca de ese viejo y verde bote de basura sembrado en el parque antiquísimo, todos esos muy desechables descubrimientos que sólo te estorbaban los muslos desde su mustia y silenciosa posición, a cada lado del cada dentro del cada bolsillo.

    Libre de todo deber impreso en tu conciencia por ese entorno tan de todos, y claro, tan deseoso también de expiaciones y purgas, tú sencillamente compras una paleta. Preferentemente de limón. Pero no muy dulce. Ni tampoco muy ácida. Y luego añades a tu equipaje las baratijas esas que siempre viste pero nunca compraste. Y luego también saludas al sordo que nunca te importó. Bailas frente al ciego que solicita falsas limosnas. Le cantas a las piedras que jamás aplauden.

    Y es que nada te importa más. Nada te concierne mejor. Los brazos que despertaron refrescándote de todo hartazgo, siguen haciéndolo sin siquiera estar ahí. Sus abrazos ya habitan tus parpadeos, tus silencios, tus oídos que oyen carraspear a las palomas, tus cerillos que te cuentan cuentos en breves humaredas que se visten de eternidad.

    Todo el rompecabezas opta por ser descifrable. El mundo corrobora.

    Y nada mejor que eso conocen mis labios secos de hacer tanto ruido.

    Nada.

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  4. tío nasty:
    sí. sobre todo por las mañanas. ajaja!

    peineta de mi corazón:
    te quiero. nadie como tú para entender la carne transfigurada.

    xamiru:
    dejar de pensarlo... y vivirlo.

    kartak:
    será que sí. mi sonrisa de martes pa usted, diosesillo.

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  5. El mejor lugar siempre esta cerca del corazón.

    Saludos.

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