jueves, agosto 27, 2009

Dilución

Mordía el pan con la punta de los dientes
como si escarbara dentro de la roca
indestructibe de la ansiedad.

Entonces las lágrimas desamparadas
corrrían imaginariamente
(había abandonado la costumbre del llanto
cuando supo que era inútil)
y los muertos que para él estaban vivos
la golpeaban señalando su ausencia
haciéndola recordar las risas,
las voces, la piel tibia
que ya no existía más.

Pero como todo, pasaba
tarde o temprano, se diluía
y el mundo volvía a tener luces
los muertos se acomodaban en la ignorancia
y volvía a sonreír,
agradeciendo secretamente que su especie
tuviera el don de la volubilidad.

lunes, agosto 24, 2009

Vigilante

¿Quién va a cuidar del tiempo ahora?
Los minutos se han desordenado y esos,
los años que marcamos para crecer,
perdieron la esquinita de color
que usábamos para distinguirlos.

Ahora que ando con un nombre
que es el mío,
me doy cuenta de que nada es definitivo
como creímos en los días tiernos,
pero el silencio duele quirúrgicamente,
con la precisión de los desconocidos
que nos clavan la mirada y desaparecen
dejando un trozo de espejo
fijo entre nuestros ojos.

viernes, agosto 07, 2009

Lluvia



Camina sobre el pavimento.
Aunque sea el año más seco, llueve
y te mojas alegremente,
caminas adusto con tu paraguas
o corres a guarecerte
en la primer marquesina que encuentras:

Las gotas de lluvia caen sobre la ropa,
se deslizan por la piel, empapan el calzado.

Rehacen ríos entubados,
forman arroyos imprevistos,
reblandecen estructuras,
roban visibilidad,
provocan colisiones de metal
y olas que atacan peatones indefensos.

Nutren tallos y hojas,
divierten a los niños pequeños
humedecen el alma de los poetas
y de los enamorados sin remedio.

Confirman las peores suposiciones
de las almas pesimistas
y caen en el drenaje,
mezclándose con las aguas negras.

Se fugan en grietas secretas,
perdidas fuera de la tubería de otro siglo,
herrumbrada y temerosa
clavada en la oscura tierra,
junto al agua de manantial
que alguien decidió esconder,
cubriéndola de asfalto para siempre.

lunes, agosto 03, 2009

Recuerdos


Ex-convento de Actopan, Hidalgo.


Ahí, a la mitad de tandos muros y ventanas inexplicados; oliendo el polvo y el agua secos del pasado, se dio cuenta de que el único habitante de sus recuerdos era él mismo... Y sintió la imperiosa necesidad de compartirlos.

Pero no era posible.