miércoles, diciembre 07, 2005

la trampa de las palabras

Últimamente las palabras han cambiado de peso específico. Ya no puedo atarlas como antes en líneas y ponerles destinatario o publicarlas para todos o simplemente guardarlas en una carpeta o un cuaderno emborronado.

Las palabras se van llenando de humo negro cuando camino por Patriotismo: todavía les veo el ribete porfiriano en los edificios que ocultan jardines, pero que serán estacionamientos públicos en breve.

Se me escapan histéricas las palabras cuando escucho la excavadora de los departamentos que construyen enfrente mío. Los pájaros se comieron mis palabras cuando se largaron de esta ciudad grisácea.

Hay otras que se quedan en la línea del celular. Son las más tontas, las de "nos vemos mañana", "te espero ahí" o peor, "luego te llamo, luego te aviso". Por la noche se escurren por la tarja de la cocina, reptan como cucarachas en la coladera.

Toda yo me he extendido sobre lo que miro y está todo tan fuera de la hoja, de la pantalla, que de pronto me doy cuenta de que aquello que le da coherencia a mi vida, a todas estas tontas definiciones y calificativos, imperantes frases y trilladas fórmulas, no será dicho jamás.

martes, noviembre 29, 2005

desvelos

Cómo se pasó la noche entre tantas sorpresas. El orden se alteró, las combinaciones variaron en el mismo escenario. Dice el Fifer "¡qué noche más tonta para ser lunes!", y tiene toda la razón.

Hoy es martes y tengo sueño, se me arrastra la lengua, los ojos por la oficina, las ideas me resbalan dolorosamente por la nuca. Tengo frío en las manos y en los pies, los ojos me lastiman con la luz, el tabaco me sabe a plástico quemado.

Me sirvo un vaso con agua. Me quedo como boba mirando los reflejos. Agua helada como el viento de las siete de la mañana, para que iguale mi temperatura a la de este ambiente insomne. Nada sino transparencia fría sin palabras, que me devuelve la sonrisa y me esconde la ansiedad de saber que aún me queda todo el día hasta encontrarme de nuevo en tu cuerpo, en la cama, en nuestro sueño.

viernes, noviembre 11, 2005

Tu espectro y sus obligaciones

Hey Muriel
since you left town
the clubs closed down
there's one more burnt out lamp post
on main street
down where we used to stroll...

Hey Muriel
I stil hit all the same old haunts
and you follow me wherever I go...


Así te vas y regresas como en sueños, le prestas tu sonrisa a los extraños para reconfortarme por las calles y de reojo, me exiges con tu espectro momentos que no podrían ser de nadie más.

Si huyo de esta ciudad y me refugio en su imagen, en los ojos de los hombres y sus distorsiones, siempre he de volver a aquella, nuestra urbe de parques y restaurantes de platos combinados, en primavera preferentemente, siempre con el reloj encima y birlándole minutos a las explicaciones para estar juntos.

Y si te hago rabiar en una mesa, te cuestiono tantas cosas, me oyes con tanta seriedad, le das peso a mis palabras y difuminas el presente: este presente no tiene tanta luz, todos se van volviendo perros viejos, ya no hay ganas de jugar, de esforzarse, de cuidar a los demás. Todos exigen y se quedan nadando en su propia laguna de justificaciones. ¡Al crecer la gente tiene tanto miedo!

Allá, por los rumbos de San Lázaro, de noche, me quedé con 18 años, en minifalda y agotada, esperándote a la salida del metro y repitiendo: tú no eres Muriel (pero sigues tan en mi vida como entonces, querido).

viernes, noviembre 04, 2005

el mejor lugar del mundo

Cuando voy por las tortillas camino persiguiendo a mi sombra a través del parque: son demasiado pocos los momentos en que salgo de los muros viejos del trabajo para pasar revista a los niños en el brincolín, a los limpiabotas riéndose y al pequeñísimo tianguis que pusieron. Irremediablemente me atraen el sonido de la cumbia, las rosas miniatura y las baratijas que me encantan pero nunca compro.

Regreso por la mitad del prado, dándole la vuelta al kiosko y miro a Angelito, sentado en una banca, robándose el sol invernal en una siesta insinuada. Lo envidio, pero tengo más hambre que sueño. Pienso en los enamorados nuevos, en las palabras viejas remezcladas de anécdotas, en la fórmula infalible y desgastada de la felicidad.

Esta vigilia es de un sueño plácido y alegre; nunca antes estuve segura de dormir sonriendo, y nunca tampoco encontré quién durmiera conmigo en vez de a mi lado. La cama es a partir de ahora el mejor lugar del mundo, como para recorrer todas las calles sin moverme de esos brazos.

miércoles, octubre 26, 2005

Este clima me destempla

Me siento nerviosa. Mi pasado me persigue en una forma absolutamente ajena a mi cabeza y sólo siento, recuerdo cosas vistas en días como estos, rutinas abandonada hace años, bocas, aromas y vocaciones poco lícitas temporalmente adormecidas.

También las oficinas, las sillas que he ocupado en otros tiempos. El impacable poder legislativo con todas sus sopresas; la mugrosa y acogedora redacción del periodiquito; la apiñada promiscuidad del programa educativo, estas paredes azules, antaño blancas.

¿De qué ha servido, fuera de lo inmediato, tanta dedicación? ¿A dónde van las frustraciones? ¿Por qué no pasa nada cuando las historias se disuleven en el pasado? Estas tardes son tequileras y empiernadas, ya me lo he dicho (ya me lo han dicho), y pensar mientras se trabaja, con esta variación de luces, con esta amenaza de llovizna, sólo va dejando una ansiedad con la que me empiezo a comer las uñas, a distorsionar los momentos, a volverme proclive a la locura femenina.

Mejor me río y me pongo a fumar en el parque, quizás con un amigo disfrazado de señor, más ansioso que yo; o con una amiga que me lleve por las calles en su impecable camioneta de señora, o con mi amor, capaz de tranquilizar al más pintado a punta de abrazos y risas.

(Esta fue Mi Seriedad Puritana v.1.1 beta for Windows XP)

viernes, octubre 21, 2005

La rebeldía de un viernes

Hacer una reunión para leer las citas de los famosos (pido Eloísa) y aprender el curso del mundo. Analizar las entrañas de cada momento y creernos arañas y pensar en los hilos de locura que atan y desatan nuestros apetitos por el mundo.

Si vamos a ponernos a escuchar música, llevo mis agujas de tejer y a mi propio equipo doméstico para mirar esquinas, para repartir sonrisas, para apabullar al personal. Cortar una granada, vestir un huevo y pensar en los viejos romanos tan modernos, como cuento antes de dormir.

Si vamos a la Condesa, traigo mi delantal de ama de casa, mi seriedad puritana y la botella escondida en la bolsa, nada más para no dejar mi dinero regado en tal despropósito, para desentonar con los alcohólicos chic, para demostrarle a mi reflejo que escandalizar suele ser más sencillo de lo que se piensa.

O mejor: quedarse dormido de cansancio, darle la vuelta a una fortaleza nada más por contar las piedrecitas de Churubusco, bailar salsa o jota, cantar sin preocupaciones, planchar sobre la mesa del comedor y quemar discos para cada embotellamiento, que apoyen miradas para cada pobre automovilista que no sabe todo lo que yo.

miércoles, octubre 19, 2005

Sobre los argumentos en la vida (y en el cine)

Para el Fifer y David Lynch

Se me viene el mundo con sorpresas que no había previsto en mi ruindad existencial. Este lugar ya va dejando de ser donde nací, perdiendo sus atributos mágicos, costándome más y más trabajo.

La ciudad se condensa en un solo punto, me grita todo lo que estoy perdiendo sin decirme bien qué es, me recuerda a todas las personas que quiero y no veo, a las que quiero y ya no puedo ver. ¡Todo pasa tan pronto! Y aunque me la pase añorando el tiempo laxo (ese que se va como las migajas de pan, desperdiciándose bajo la mesa), si lo tuviera, estaría comiéndome las uñas por la falta de actividad.

El punto de locura está en las incoherencias que arrastramos, en una inensatez que no llega a serlo, en pequeños y grandes ciclos que cumplimos apenas con un dejo de lucidez. La vida no tiene explicación, le falta argumento, se conforma de ideas voladas y emociones inminentes.

viernes, octubre 14, 2005

Agobio solucionado

Atrás no veo más que tinta: en mis manos, en los millones de puntos que se alinean gracias a la banda de datos, en las letras, negras hormigas que se apilan en hojas blancas. Adelante me espera la noche apresurada frente al monitor; el verte cerca pero distante, involucrado en tus propios deberes; más allá, un descanso breve aferrada a tu cuerpo.

Ya voy atravesada de la frente a la nuca por el humo del tabaco. El ruido me embota, ni los cantos de las sirenas me seducen. Comienzo a reírme como defensa. Todavía queda el pasar por aquella oficina vacía, saludar, platicar un poco, tomar una cerveza.

Todo el cansancio se me acumula sobre la espalda. Me viene la tranquilidad del condenado, porque nada puedo hacer para evitar estos trances. Me pregunto si vale la pena, si tiene razón todo este barullo confeccionado, si no fuera mejor explorar otros caminos.

Pero me sigo riendo. Aquí estás, consumiéndome las letras, ablandándome las tristezas, haciéndome cantar enmedio de todos los embotellamientos, entre trago y trago del licuado de fresa.

Lo demás es lo de menos.

miércoles, octubre 12, 2005

Formas... ¡jamás alardes!

Vamos a repasar las causas de este amor.

Una está bajo la lluvia de las mañanas de muerte citadina. Nada puede compararse con la temperatura borrosa de tu cuello bajo las cortinas, acallando todo paso de tacón por la escalera, cualquier niño, con o sin tarea, y cada perro nervioso que ve espectros en el agua.

Otra anda y hormiguea en la curvatura de tu risa imaginaria. Porque a cada momento que no estás te redibujo en mi cabeza, te vuelvo a pasear por todo mi cuerpo y te siento, en un casi estar contigo que me llena de ansiedad hasta borrarlo.

¡Y qué decir de los caminos sobre ruedas que hacemos! La ciudad me asusta y me llena de desilusión a cada golpe de defensa contra otros. Nadie se preocupa por cuidar de los demás, pero en ese espacio pequeñísimo de leche y pan de las mañanas, te voy observando con tus cambios de humor, acechando la mirada que devuelves de reojo, la preocupación mutua, la sonrisa alentadora.

Yo sé que hay muchas causas como esta, sé también que cualquiera podría declararlas inválidas o efímeras, pero también sé que todos las buscan, que algunos las encuentran, que todos los que las han tenido, las atesoran. ¿O acaso no las recuerdas y hasta sonríes?

jueves, octubre 06, 2005

reblandecidos

El agua llenó el techo de la terraza superior. Las hojas de los árboles y la tierra habían bloqueado la salida de la coladera. La lluvia poco a poco se almacenó, los truenos opacaron el sonido del tráfico, el agua buscó salida.

El muro se llenó lentamente. La pintura se hinchó y por aquí, más allá, surgieron burbujas que explotaron de pronto por su punto más delgado. El agua corría por la pared azul, se escurría hasta el piso, formando un charco helado que crecía y crecía.

La sorpresa de la intrusión nos alegró a todos. Hicimos la brigada para barrer la azotea, los chorros cayeron sobre la banqueta de la calle 7 durante minutos largos, tan fuertemente que nadie se atrevió a asomarse, por no encontrar un peatón empapado y furioso. Otros nos dedicamos a pinchar las burbujas con clips, a secar el piso, a elaborar teorías descabelladas sobre el reblandecimiento de las estructuras.

La tarde terminó antes de lo previsto. Nos lanzamos al tránsito paralizado de la ciudad, los muros quedaron en calma, un poco resentidos por el episodio. Me quedé pensando en el destino de las gotas y los torrentes, en los ríos que todavía buscan su curso con la violencia de las tormentas, en las personas y sus extrañas reacciones ante la humedad.

Qué extraño es lo real.

miércoles, septiembre 28, 2005

Desobligada siempre he sido y...

No he matado esta página, es sólo que otras páginas se me van escribiendo sin palabras. Quisiera tener el tiempo de describir el vino, la noche y las gotas de agua que se escurren por la ventana. Armar párrafos acerca del vinil con agua, del correr de los cabezales y la tinta, dejar aquí mis besos y reclamos.

Pero se suceden los días. Estos visitantes entran y salen de pronto, en carne y hueso, de mi vida. Dejan sus comentarios, sus voces y sus conflictos en la mesa de mi casa, en las calles de Tacubaya, bajo el sol mojigato, querido tío nasty, de San Pedro de los Pinos.

Pero pronto volveré. Bueno, en realidad sigo aquí (no he encontrado a quien me quite, que no sean los minutos que se me escapan).

miércoles, septiembre 14, 2005

Cuento de lluvias

Érase una vez un viaje extraño a un lugar desconocido. El calor agobiaba a la mayor parte de la población. Los jóvenes se escondían detrás de barras y mesas, la calle era un sitio habitable sólo por las noches, cuando la luna anunciaba un poco de viento y alivio, aunque las piedras claras de las casas siguieran irradiando chispas que se pegaban a los zapatos como insectos de luz.

Por mucho que lo intente, no puedo mas que tener una visión difusa de ese pueblo, sus calles y sus pobladores. Tan arraigados parecen, a la vez tan dispuestos a volar a rumbos lejanos. Y mientras pienso y siento no escribo, más bien voy saboreando las imágenes con gusto a tierra y a sol, retomando mi vida con las ganas de robar un poco de esa calma con la que se pasan los minutos (había olvidado que existían esos lugares), tan ajena a esta ciudad.

Voy sonriéndole a la luz por la ventana mientras baja y trepa de nuevo: un poquito de tibieza antes del aguacero, un poco de tiempo para no verlo pasar tan deprisa, un poco de cariño, que golpear a los otros, sobre todo a los queridos, resulta absolutamente innecesario en este territorio.

El dolor y los golpes vienen solos. Prefiero dedicarme a querer.

lunes, agosto 15, 2005

Despedida

Ordenar el mundo según los tiempos de estos ojos, buscarle el verde a cada ventana y saber que sí, es él que me busca y te busca, en los espacios callados de la lluvia ausente, en la lenta evaporación de los charcos.

Lavar la ropa. Aún no tengo un pedazo de sol con cuerdas para dejar el aroma del día en las camisas, que nos ayude un poco con los amaneceres, con las derrotas del tránsito en las tardes, con la falta de sentido de casi todo lo que se enuncia como importante.

Lo importante son las miradas que vamos poniendo sobre las cosas. El significado de una gerbera, de la ráfaga de viento que se cuela en la oficina, de la sonrisa del desayuno, del vapor de la regadera. El significado de un viaje, de la despedida, del regreso prometido.

Por unas semanas me marcho de esta caja de ruidos y humo, de este coctel de tiempos imposible. A ver otros suelos y sus tiempos y conocer el ritmo que imprime la planicie sobre las mejillas de otras personas.

Irse siempre es una buena forma de conocer lo que se dejó atrás.

viernes, agosto 05, 2005

Cambio de rostro

La ciudad no es lo que era. Los días nublados como este ya no permiten evocar los lagos, la contaminación se confunde con la bruma y los autos, los desesperados edificios interrumpen todo vínculo con este suelo y sus orígenes.

Sólo queda la melancolía del agua, las luces rojas brillando en los charcos, la venganza del lago en cada inundación, la seguridad de que nuestros millones de historias se terminarán mucho antes que estos rituales sin palabras. Ciclo tras ciclo nos vamos aclimatando, cruzando avenidas con riesgo a quedar paralizados en el agua sucia.

Una amiga de letras azules va esbozando una despedida larga y dolorosa. Imposible cuidarse de la vida (lo sabe, pero aún así lo medita), no se puede dar tanta ventaja a la muerte. Cada quien va con sus propias luchas por el mundo, creyendo que los otros las comparten, creyendo a veces desesperadamente.

Hoy digo esto, mañana diré otra cosa. Le doy la mano a mis creencias, a mi estado de ánimo, al compañero de viaje, a las sonrisas de los que me quieren. Se requiere mucha alegría y mucha fuerza para volver hermosa a esta ciudad asesina.

lunes, julio 25, 2005

Ambientes creados en conjunto, sonrisas de la noche
Viernes de jazz en el Zinco
Foto: Xamiru

Lo que tengo...

Yo tengo un diente quebrado, que no me duele pero amenaza con separarse de mi un día. Tengo tres deudas con la muerte, una espera interminada para cualquier etapa de la vida y la virtud de largarme siempre en el peor momento.

Tengo tantos miedos que a la hora de ser feliz olvido cómo transmitir esta alegría. Una mente retorcida, un alma por demás ingenua, una ternura hacia lo que amo que rebasa todo afán de egoísmo. Tengo esta ciudad que se disuelve, como bien dijimos sin reflexionar, en demasiadas realidades superpuestas, de las que nunca saco nada en claro (que no sean los cambios del viento entre los edificios maltratados y ruidosos).

Tengo los domingos para que duren más de una semana y siempre alguien a quién imaginar, con quien repasar la programación ficticia de los libros en voz alta, a quién soñer mientras sueña a mi lado.

Tengo en fin, hasta el espacio necesario para construir ambientes, que se vuelan en segundos pero quedan sólidos como recuerdos en una barra empapada, en una mesa con voces de agua, en medias luces y trompetas. Nada que haga uno solo, esto siempre ha sido un trabajo en equipo.

viernes, julio 22, 2005

reconquistando la risa

Se me nublan los sonidos cuando salgo de esta manera a la mañana. No hay suficiente humedad en el ambiente, soy una prolongación de mis sueños y mis desidias y ni el agua caliente, ni el café a tragos enormes, me ayudan con la fragilidad de las personas. Suena un bolero en el radio, detrás de mi hombro derecho. Más allá se ríen los montadores de imágenes, se escucha el teclado facturando, las computadoras devuelven rayos ignorados por todos.

Anoche miraba varios pares de ojos en un lugar que poco a poco se convierte en mi casa. Y eran extraños, miraban hacia puntos diferentes. Vi unos oscuros y pequeños, analizando amablemente, tiernamente podría decir, los muros blancos de las viejas construcciones. Otros acariciaban las cosas con la sensatez de quien tiene pocos recuerdos, iban y venían, bulliciosos y nuevos. Y esos que miraban el plato, el rinconcito del suelo, a los demás en ángulos difíciles, como el sol por las tardes antes de esconderse. Ojos para poblar historias, esta mi historia reconstruida desde la tristeza con retazos de risas e ideas.

La otra mirada era la de una calma gustosa, esa mirada que me puso en la silla con todos esos ojos, frente a la cacerola, en un estado permanente de asombro y alegría. Todo esto es como un sueño, en el que nadie tiene un rol asignado, las personas son como de cristal, frágiles y complejas, y mientras regreso a esta normalidad me queda la estela de cariños que no tienen nombre posible, porque nunca han sido sentidos de esta forma.

Hermoso por extraño, dulce por tranquilo, sorprendente por alegre. Mi vida va de nuevo llenándose de colores.

lunes, julio 18, 2005

torrentes

Puedo observar silenciosamente la euforia ajena. El mundo es demasiado complicado (dicen los que lo complican) como para sacar en limpio una mirada. A veces necesito horas de contemplación para que una persona se vuelva real, sobre todo se ha sido durante días y días una fantasía, muchas caras tras un nombre ficticio.

Y no es sólo encontrarte con el cuerpo de almas que conoces y reconoces. Es salir cada día a estas calles sabiendo que el rumbo es incierto. Ningún oceano fue más confuso jamás, pregúntenle al capitan sin tripulación.

Y yo soy tan ajena a la verdad (cuando no la encuentro), tan purista con mis conviccones (cuando estoy asustada), tan tímida (cuando el mundo me da de golpe en la mandíbula), tan eufórica (cuando siento el amor detrás del hombro), que no puedo ni definirme apropiadamente. Sólo voy aferrada a una línea del futuro sintiendo mi cuerpo y sorteando el torrente de mis decisiones.

Estaba yo involucrada en una cooperativa de reciente creación, con la ruta de salida de este caos a la tierra, a miradas más cercanas a la vida, a risas más sencillas en las que se podía bailar y sentir a los otros. Y era lunes otra vez pero poco importaba, porque todo hacía sentido inexplicablemente, y las razones para vivir estaban claras, al menos por ese día.

lunes, julio 11, 2005

De vuelta en este mundo

No registro las nuevas formas de la vida.

Atravesar la Huasteca con toda su exhuberancia y descubrir en tus preguntas mi ignorancia sobre el mundo de las plantas, sudar el sol implacable de la costa del golfo, descubrir que las curvas que llevan a Tecolutla son mucho más viejas que las ansias de modernidad.

Pasar todo un día en la playa (el día de mi cumpleaños, por ejemplo) y olvidarme de todo excepto de ti, buscar el lugar más apartado de las vendedoras de empanadas, de las chicas que trenzan el cabello, quedarnos con las olas y con los libros y con la risa que es cortesía tuya, siempre.

Como rata de ciudad he vuelto, llena de ronchitas de sol, mordidas de arañas, piquetes de mosquitos. Negra, negra como siempre pero más, dorada y ajena a este mundo de colores que es mi mundo, pero que bien podría dejar de serlo en un futuro cercano.

Todo está bien. La marea legendaria del Mar del Norte me llega en forma de libro; la Baja California viene a abrazarme imprevistamente, y mis nuevos cariños, entrañables y desconocidos, persiguen a un tal Belascoarán en un juego de talentos que me hace sonreír. El mundo es mejor de lo que esperaba, sobre todo en lunes.

miércoles, julio 06, 2005

Sobre el sueño

Y en el desvelo pueden correr los minutos como cera derretida: transparentes al principio (ni se sienten), se van poniendo turbios hasta que definitivamente cuajan inmóviles sobre las dos de la tarde.

Arrastro mis ojeras con mansedumbre. A mi todos me engañan, hoy es viernes y no miércoles, me lo dicen el tráfico estúpido de Patriotismo, la falta de actividad del teléfono, el sol que se esconde después de la tormenta de anoche, ese amigo que podría ser un espejo desquiciado de lo que yo misma soy, con frases tristes como el otoño, con pronósticos que terminan en una cama, sin compañía y tres sueños de ola y arenita nada fina.

Pero dicen todos que es mitad de semana, que estar aquí con mis huesos dormidos tiene sentido, que los cumpleaños se celebran (pero hoy se lloran), que los mares se cancelan hasta el sábado, que el vino se deja sobre la mesa mientras dormimos, vamos al médico, trabajamos para guardar otros cien pesos en la alcancía.

Nada más transcurro fumando, esperando la nueva lluvia de hoy, tu llegada y los nuevos juegos que inventemos drogados por el cansancio. A veces habría que cancelar el trote de este mundo para descansar y sentir.

lunes, julio 04, 2005

Canto rodado

Piedra de río, lavada por el tiempo de mis calmas, me recuerdas la frescura de los tiempos tranquilos de esta ciudad. Ríes como si la vida que vivimos estuviera llena de lagos, como si los manantiales no se hubieran secado o entubado, como si anduviéramos sobre la hierba y no sobre este asfalto que hierve chicloso en el calor y se encharca suciamente en la lluvia.

Corres sobre las horas como agua y si me quito los zapatos, camino en ti, te amoldas al arco de mis plantas, vamos juntos bajo el agua como sobre esta tierra. Piedra a ratos muda, cantas para mi como por milagro, imprevista y tímidamente.

Siento nostalgia de un pasado de relatos, del que quedan sólo pedacitos de parques y fotos sepia de afluentes. Pero poco a poco se va volviendo añoranza de un futuro que se puede construir a partir de nuestras bocas. Este es el imperio de lo nuestro, la fantasía más real que haya sentido.

miércoles, junio 29, 2005

Deslinde de responsabilidades

Me puedes culpar por intentar medir la curva exacta de tu espalda a las once de la noche; por perseguir tu boca a media risa en cada tarde, por comparar a las gotas de lluvia con los sabores de tus manos.

Culpable siempre fui de vivir sin pensar demasiado (las ideas en la vida llana me paralizan), de dolerme sin medida en las ausencias, de amar sin considerar aspectos logísticos o sucios pasados en mis amores.

Culpable por la pasión, por la alegría, por la falta de duda en cada abrazo. Por despedirme y seguir queriendo, por mirar las partidas y no resignarme a vivir como siempre.

Culpable de guardar una memoria, de ser transformada por la vida, de no ser la misma y tener que reaprender mis límites y mis miradas en cada episodio de esta locura. Pero no de amar poco esta existencia, no de sentir la alegría de respirar hasta en las malas pasadas de mi propio cuerpo.

Y si aumenta la presión, me da vueltas el mundo y la cabeza me estalla, yo te digo: es solo la vida que sigue, el amor que busca sus formas de expresarse, la confianza de poderme tropezar, porque están tus brazos para sostenerme.

miércoles, junio 22, 2005


Ellos, como yo...
La gata Anelka
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

sombras tiernas...

No los has visto. Están a los lados de este pasillo de edificios viejos. Son todos flacos, vengativos y enfadados, buscando algo en rincones que no existen. En este conjunto no hay esquinas, pocos escondrijos y a mi, como a ellos, me queda nada más la noche para escuchar música, beber, besar y hacer todas esas cosas por las que no dejo de llamar vida a mi vida.

Observo sus persecusiones, la falta de miedo, la insolencia con la que me miran recorrer los metros necesarios para llegar a la puerta veinte. Son sombras tiernas con el espinazo erizado. Observo desde esta ventana que no acaba de ser mía, como mía no es esta casa desde la que miro una noche que tampoco me pertenece. Estos gatos buscan como yo y a veces, como yo, encuentran una caricia, un ronroneo o la simple satisfacción de hurgar en los escondites privados de la paz.

lunes, junio 20, 2005


En tus brazos de agua dulce, acuna mis sueños...
Taller de escultura clásica, Universidad de Hamburgo.
Foto: Martin Typke Posted by Hello

despedida matutina

Se me nublan las vértebras con el inicio de la semana. Pasa un ruido de fondo por mi cabeza, las manos entorpecidas trabajan, negándome el lugar en que las pongo. Me dicen las falanges que debí quedarme quieta en el origen, impidiendo que saliera el sol, que la gente abandonara sus casas. Una alerta general o un cataclismo se precisaban esta mañana para regalarme las horas que nunca tendré.

Allá me fui en el río de los tormentos a esa hora prohibida. No pude contra la corriente de mi propia vida. Te dejé, más deseado que nunca, acunando mis sueños tibios y oscuros en en tus brazos de agua dulce.

miércoles, junio 15, 2005


Kairós, el momento oportuno...
Foto: Martin Typke. Posted by Hello

caja de luz

Se siente que el agua recorre espacios suculentos, el sabor de lo transparente toma tu nombre y se delínea por momentos en que nada de lo dicho vale. Apenas parpadeas y sonríes, extraño e imperfecto como eres, poblando las mañanas como regalo inesperado de la tierra.

Por fin se va el sol, la temperatura vuelve a recordar los tiempos del lago. Las inundaciones y el verano caótico se presienten, el cielo es una gran caja cubierta de luz que suaviza las sombras, el volumen de las cosas vuelve a ser el preciso y toda la pintura ajada de los edificios del viaducto se descara, la ciudad es más vieja que nunca y no hay brillos o sudores que la escondan de su descuido.

Y ni tanta risa, ni tantas voces. Los ruidos de las máquinas y los seres vivos van construyendo estos escenarios, las cosas suceden, a falta de mejor explicación, porque se encontraron el momento oportuno para ser.

lunes, junio 13, 2005

Lo que se necesita en lunes

Esta calma se me desmorona como el pan caliente, me dice cosas que no comprendo, retuerce el cuello del que penden mis ojos, me arrastra...

Dejarse llevar en esta tierra es duro porque el asfalto se tiñe de vidrios cada que pasa una noche de violentas sacudidas. Todo se barre y se limpia antes de las nueve, comienza otra vez la mañana y parece que nada sucedió.

De nuevo el ruido en los semáforos, el cabello mojado, las prisas sin sentido de los cuerpos.

Todos vamos para el mismo lado, algunos menos concientes que otros, de que las historias se suceden
se traslapan
se olvidan
se renuevan
pero siempre pasan.

Olvido no quiero, quiero la calma de pensarte y saborearte, de vivirme la vida que no es mia, de regalarte la que poseo. De sentir, que sentir es todo nuestro terreno.

Calma en esta euforia, calma por favor
un poco de calma.

viernes, junio 10, 2005


¿De qué me despido y me libero?
Ernst Barlach en el Kunsthalle, Hamburgo
Foto: Martin Typke Posted by Hello

Adiós a mi misma

Hermana de la sal, yo te desdigo de todas las observaciones hechas sobre este mundo. El trabajo se me alinea con el ombligo cuando intento destrozar la transparencia de la civilización, nada me hace sentido en los parajes de la vida cuando los leo en parámetros ajenos.

Me entrego a los ritmos menos míos, adquiridos en banquetas renovadas por el encuentro al azar. Esos ojos de agua oscura me advierten el futuro de una risa tranquila. Todas las explosiones que guardé para lo excepcional se detonan, está aquí lo inesperado.

Fuimos la domadora, la hetaira despreciando el amor logrado sobre el filo prohibido de la norma. Caminamos sobre los cuerpos de lo dicho, inventamos un código incomprensible para salvarnos de ser humanidad.

Después de tanto tiempo regreso al mundo para sonreír, para poblar estas calles de la mano de alguien, incapaz de temerme o abandonarme. Me despido hoy, hermana mía, para ser yo.

martes, junio 07, 2005

somos...

Encerrados en este calor de infierno nos vamos acercando. Todo está oscuro y yo que creo saber de qué está hecho tu cuerpo, cómo te mueves en estas superficies, las sensaciones de la noche enteras en tus dedos. Pero no sé nada, te me transformas en otra clase de bestia, en un sabor desconocido, en un instante que no reconozco aunque parezca el mismo de otras veces.

La verdadera vuelta a la infancia está en la temperatura alarmante de tu cuello, en las vibraciones que siento mientras te beso: ya no sé si me besas o te beso yo a ti, las mordidas se me confunden con la pérdida de la conciencia, las gotas de sudor y las voces que escucho se alejan, para siempre me apuñala este momento, no hay nada atrás, nada por venir, sólo el vaivén de los músculos, la risa que adivino entre las sombras, las palabras que adquieren una textura nueva con la sal, este perfecto sopor que se convierte en llama y me aleja de lo que creo ser para llevarme a lo que soy.

Somos carne amado mío, suculenta sorpresa en cada ocaso. Voy a usar todos los hilos de colores que conozco para no apoderarme nunca de tus secretos.

lunes, junio 06, 2005

males y placebos

Se manifiesta en oleadas. Llega sin aviso. Me arrebata la sonrisa. Si me muevo me molesta, puebla todo este cuerpo. Sudo, peso, respiro con dificultad. El mundo en la sobreexposición: se queman las orillas de la imagen, se pierde el detalle, los colores se funden en blancos desalmados, inexpresivos.

No estoy lista para seguir y sigo. Sólo estoy bien en lo oscuro, en la calma de esos brazos, en las risas cuyo origen precede a la conciencia: el payaso en la plaza, el bocado delicioso, la pasión sin nombre de tu cuerpo, lo inmediato y el encanto de no pensar.

El mundo se me transforma, yo soy yo pero no llego a manifestarme en estas condiciones. A la merced de una broma cruel, de los dolores de mi propio cuerpo, de las palabras ajenas, de la carga de trabajo y su falta de importancia, del mundo de la noche, demasiado ruidoso y lleno de evidencias de que este mundo sigue.

No sé si es el calor o la tristeza. Voy sintiendo la parte que se me ha muerto, trato desesperadamente de pintarla en la memoria de los otros, de darle forma en mi interior, de lograr esos bonitos embustes con los que se consuela a los dolientes... Necesito regresar a mi infancia, aunque sea por un rato...

miércoles, junio 01, 2005

Para ti, Iván

Nada que se pueda hacer, nada que explicar.

Esto no tiene razones y todavía hago, como tú, el esfuerzo de no pensarlo todo, porque esto no se puede pensar. Sin lograrlo, querido escuincle, racionales siempre fuimos y sin argumentos me llega el golpe así, se me rompen los cristales todos, el sol es odioso, ningún matiz de la vida ha dejado de ser bello y todos me duelen nada más porque ya no te los voy a poder platicar, uno por uno de tarde o de mañana, perdidos los dos siempre, despistados y citadinos y enamorados de esa forma que nos costó tantos años lograr.

No te fuiste con tus lentes y dejarte la pulsera de tantos años no me sirve de consuelo. ¿Qué demonios haces tan alto, tan muerto y tan callado, con la camisa roja de comunista, con las manos destrozadas, con la felicidad tan inmediata destruida?

Dime Iván, ¿ahora quién me va a consolar? ¿En qué barranco se quedó el disco de radio tarifa y el libro de mann y esos besos más furtivos que mi mismísimo nombre, todo lo que te di y todo lo que escribimos?

Y sí que lo creo, estás muerto y yo qué putas hago con todo esto que nada más es tuyo y mío. Quién me llamará hermosa y me dedicará largas epístolas cristalinas. Quién me va a abrazar en cada problema, quién me va a amar tanto como yo amo a mis amores.

Ninguno a la altura de tu alma. Ninguna lágrima o palabra cabe en este dolor. Soy tan inútil como tú encerrado en la cripta y me quedo aquí escribiendo y leyendo al mundo de la mano de tu voz y si pudieras acompañarme me darías una perspectiva menos emocional, más constructiva y menos pendeja que la mía.

No lo puedo evitar aunque te enojes. Perdí a la persona que más y mejor me amó. Y aquí te voy dejando mi propio corazón en los ojos ajenos, que nunca un espacio fue tan mío como este que no toco, tanto como lo que te he dado, que se muere contigo y se me remuere a cada instante.

Hoy todo se mueve menos, al paso de tu ausencia me reclino en tanta vida pero sigue siendo igual de terrible. Venga el tiempo, que no te voy a dejar ir...

lunes, mayo 30, 2005

Encantadora serpiente

Para Javier el Chipirón

De un par de ojos pueden venir cataclismos o poemas, amores indecibles y evocaciones de todo tipo. Sobre todo los ojos nuevos, desconocidos. Verse reflejado en un otro hallado por casualidad en un espacio limitado provoca toda clase de referencias, fantasías y sueños, la mayoría inexistentes.

Mirarme en los extraños siempre me dio miedo. Si con los años he aprendido a sonreír, a platicar o acercarme, es todo el aprendizaje de una técnica. Porque sigo temblando ante el choque con otro universo. Y cuando tiemblo no sé si es de respeto por los mundos ajenos o de miedo por encontrar el vacío.

Una cosa, secreto a voces, encantadora serpiente: verte en este momento de mi vida no me ha asustado ni un instante. Tienes demasiada luz entre los labios y un largo camino en la mirada. Se va aligerando esta ciudad terrible con tu risa, el desenfado se contagia, la vida va y viene en los ejes viales y los bares que para siempre han quedado llenos de ti.

Eres un buen amigo, eres un buen hombre. De tu simpatía me quedará esta postal llena de emociones, en la parte más luminosa de mi vida.

Feliz cumpleaños.

viernes, mayo 27, 2005


Busco locos que quieran morir de amor...
Puerto de Hamburgo
Foto: Martin Typke Posted by Hello

Soy pirata

Y en el seno izquierdo guardo tus sonrisas tatuadas. Asalto las naves de los locos. Con ternura los decapito para evitar el horror de que mueran perdidos en su propio mundo, sin nadie de la mano. Mientras deliran o duermen acaricio sus cabezas, los beso con delicadeza, les digo las palabras mágicas de una madre a su criatura, antes de cortar su cuerpo con un brillo certero.

No tolero la imagen del desquiciado tanteando presencias sin silueta. Mucho menos el conjunto demente abandonado a su suerte. En mis noches los escucho, muriendo de sed y tristeza. Mientras gimo en esta cama los puedo ver, arañando un pedazo de pan, escarbando la cubierta para comerse el barniz, bebiendo agua salada que los hincha y alebresta.

Por eso, de vez en vez, me escapo de esta vida, estaciono el auto en la cochera y zarpo. En mi barco no hay capitán, pero siempre me encuentro con el pasado de esas almas como la mía. Avanzo entre la náusea y la dulzura para darles la muerte de la mentira blanda, y evitarles el dolor de saberse completamente solos.

Pirata y amante, te daré la paz que anhelas mientras sonríes en mis ojos. Nada más sencillo que evitar toda esta farsa y regalarte, un segundo antes de que pare tu corazón, el instante de verdad que tan neciamente añoras.

miércoles, mayo 25, 2005

Dibujos / Esto no es amor

Para el prohibido, Antonio Velo
y Erektor, mi alma de agua


I
Mira estos ojos
Antes de ti no había nada
Hubo sombras, tal vez presagios
Ilusiones (todas).
Ahora que llegaste está la realidad llevada al sueño.
Esto es el amor de euforia ciega.

II
Acábate esta sombra
La silueta que siguen tus manos ya no es mía
Mujer incompleta, rota, lastimera
Entre tus dedos soy tú y soy yo
Pero otra
No la misma
Sino la que inventas
Este es amor, bendita fantasía de tu mirada.

III
Clava tus uñas, hondo hasta matar el resto de la esperanza.
Aquí yazgo para cargar el peso que te agobia
para aniquilar, contigo,
cada luz que interrumpa la sombra de tus dientes.
Este amor es el final del amor por el amor.


lunes, mayo 23, 2005

Matices I

La piel tibia escondida entre los pliegues de tela. El olor de la mañana en esos párpados cerrados. La voz de la boca más intensa, ignorada y sentida desde el alma. Agua, corriendo entre los labios anhelados de la mañana exhausta.

Ruido de pájaros haciendo eco entre los autos. Cincuenta y tantos años de pintura verde, la cantera de muchachas que se renueva provocativa y el corredor con árboles a toda hora: en el fresco de la madrugada, en el sol plomizo de las doce, en las tardes con sus rayos de cuarenta y cinco grados.

Una historia terrible para la mente ajena. El dolor secreto de los amigos perdidos para compartir en la oscuridad del domingo. Una carga dividida, que hablar no es poco cuando se regala lo que vale. Un río que casi suena platicado por sus moradores, un río para amar y matar, la hierba desconocida que se aparece como si en verdad se conociera.

Puede parecer poco el hecho cuando se relata. Estas historias son las de todos, poco más o poco menos. Ni tan hermosos ni tan geniales son los protagonistas. ¡Pero qué asombroso resulta encarnarlas! ¡Cómo nos transformamos en algo más que seres humanos! ¡Qué tan vivos estamos! Nuestros matices valen por la prolongación de los argumentos, por el encuentro de lo no dicho, por la recreación cada vez más intensa de la vida.

(El amor es esta droga que me aparta de la muerte y la tristeza).

jueves, mayo 19, 2005

Los fugaces, los divinos

¿Yo qué puedo contar de estos espíritus que se vinculan con bocas como de agua? Los he visto, los he tocado en sus reflejos de carne incluso. Se van apareciendo como si el azar existiera, como si nada los relacionara realmente. Pero es mentira, porque en esta esfera las coincidencias son como los planes olvidados de un dios indolente, de un capitan sin amor por la tripulación: todo sucede de acuerdo con los mapas perdidos de la locura.

En este orden que ignoro se me aparecen los cariños más extraños. Esto es ruido, una música que no puedo tararear. Yo sé que ahí detrás hay un hombre que llora, una chica demasiado dulce como para soportar el dolor sin arte, un niño que posee las calles, un ser que se forma. Estas rutinas de letras que de pronto se interrumpen, que germinan o florecen y nunca se marchitan: no somos jóvenes, pero a viejos no llegaremos.

Yo escribo y cada palabra tiene un peso para mi. Intento que lo que va empeñando mi alma en otras caras sea verdad, de alguna manera no perder estos lazos que valen tanto o más que las horas de los días que vivo, que me muestran a los otros como nunca pude llegar caminando aceras o besando bocas o marcando un número. ¿Cómo mostrar lo que eres, ver a los otros y no quererlos?

Esto es para ti, para ti y para ti también, bien lo sabes. Los extraño y sigo pensando, desde mis amores más nuevos y alegres, que ningún infierno puede más que la voluntad del placer y la alegría. Los quiero.

Y no se me apagan tus destellos...
Museum für Kunst und Gewerbe, Hamburgo
Foto: Martin Typke Posted by Hello

martes, mayo 17, 2005

Calles para perderse

Para Miguel

Vamos perdiéndonos de esta tierra y sus ataduras, volando sobre estas noches cortas de sueño. Poco a poco los días me duran tantas horas para verte, que me pregunto dónde dejé las ráfagas de tiempo que me trajeron hasta esta primavera.

Todo es nuevo y con todo tu mirada. Me tocas y te me vas formando entre las vértebras, mi piel deja de ser mía durante horas, responde a tus sentidos, me abandono definitivamente al extraño placer de estar contigo. Y son los cuentos de madrugada, las batallas y tu cuerpo, esta alma que se me va partiendo y acrecentando.

¿Te digo un secreto? Aprendí a perderme en las avenidas para no dar nunca por conocida esta ciudad, para poder aprenderla de nuevo de tu mano y conservar el brillo de la sorpresa en cada descubrimiento.

No tengo miedo, sólo abro los ojos, los días y el asombro de la vida que me llena por completo. Y no veo motivos para no olvidar la brújula, si estoy en el camino donde quería estar.

viernes, mayo 13, 2005

Tirana

Voy a intentar explicar con mi mirada los dulces placeres de tu carne hiriente. Mientras me muerdes voy a mirarte sin sonreír retándote a hincarme el diente hasta el hueso, a ver si llegas al alma de los secretos de este juego.

Te diré con mis dedos que aprietes mi piel hasta el punto en que reviente. Sé que sabes que el dolor se agudiza, afilado y sordo como las puntas de tus dedos, violeta y rojo el macerar de mi cuerpo entre tus uñas. Seguirás porque no emitiré un sonido, porque me verás brillar en el calor de esta tortura lenta que te ruego sin pedir.

Y llegará el punto en que no sean sólo tus labios, tus dientes, tus manos las que me atenacen y desgarren. Todo tú, erizado y frío, mortífero amor que pide sangre y dolor por su deleite. De piedra los ojos, de roca tú y encendido de gardenias el aire, un todo dulce y pesado que no se acabará, porque estarás sudando, porque te irás diluyendo en un goce propio e insoportable, cada vez más sorprendido de mi docilidad sin risa que no tiene límite.

Sé cómo terminará esto: intentarás todo y mis lágrimas por fin cederán. Aún así seguiré callada, mirándote fijamente, pidiendo una demostración más de fuerza sobre mis miembros. Entonces, rendido y exhausto, serás tu el que llore: te habrás dado cuenta de que la víctima, amado verdugo, eras tú.


Tirana...
Erotic Art Museum
Foto: Huini Juárez
Posted by: lahetaira.

miércoles, mayo 11, 2005


¿Qué tan viejo puede ser un barrio nuevo?
Lüneburg, Alemania
Foto: Martin TypkePosted by Hello

barrio nuevo

Calles pisadas y vueltas a transitar en horario completo. Van y vienen los balones, las risas de chiquillos y el sol en diagonal de árbol por el camino que lleva a tu casa. Tu casa digo, la casa de alguien más en el pasado, en el futuro.

Alguien conoció el estreno en esas paredes, emocionado quizás tanto como te he visto. ¡Cómo se van pasando los años filtrados en las tuberías y los muros, mirando al techo mientras se escuchan los pleitos de los vecinos, murmullos intencionados pasando por la reja! La pintura se va haciendo vieja, los borrachos salen de la cantina de la glorieta un poquito más cansados cada vez, arrastrando la corbata, la camisa y a las exhaustas secretarias perdidas en sonrisas espesas de alcohol.

Dede un tercer piso se agita el cabello negro de una muchacha temblorosa, queriendo bajar a ver a su novio que la anima a pedir permiso. Una anciana registra el paso de los minutos en el barrio y tu, tu vas dando las buenas noches, entrecerrando los ojos con las caricias, clausurando el mundo y el cansancio entre tus brazos.

De tan viejo y lleno de ruidos estos barrios de la ciudad van desvencijándose sobre sus tradiciones y sus vicios. Pero pasa de vez en cuando que alguien llega con ojos que sólo miran lo que va formándose, que barren el polvo, que alegran las esquinas más sórdidas y declaran, en una magia arbitraria, que la historia está aún por escribirse.

lunes, mayo 09, 2005


Pasos apagados en la tierra...
Langenhorn, Hamburgo
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

No hay nada como el aire

Para el doctor S.

Nada como escuchar esos pasos detrás de mis propios pasos, apagados en la tierra. Yo no sé quién construyó el muro de las excomuniones a lo largo de ese monte, ni cómo fue que llegamos ahí tan de mañana. Cuesta, tienes razón, cuesta mucho asfalto darle la vuelta a este humo negro y salir, pero cuando te hallas en el camino de hojas todo cambia de inmediato.

En este episodio no hay nuncas ni siempres. No ir por los extremos y dejarme la calma en una sonrisa que dure todo el momento, que no espere otra cosa que el eco de tu voz agredida por los radicales libres, cantando cuesta abajo, entre las sombras del bosque. Un camino de miradas que no había recorrido, una tranquilidad observadora, algo que no explico, que no puedo tocar, que se me queda en las pantorrillas y en los muslos que me tiemblan, todo tiembla y no pasa nada en realidad.

Soy transparente y me atraviesa el olor del suelo mojado, las espinas de los arbustos y hasta el calor del asfalto a la vuelta. Me giran en la cabeza los colores que ignoraba. Me refiero al nombre de las hierbas, a los juegos de otros niños, al aroma de la madera y de tu cuello, a las calles más antiguas de la ciudad y los significados que solamente están al fondo de tus ojos: todo lo que no sé e imagino que podría conocer contigo.

viernes, mayo 06, 2005


Busco un par de sombras junto al mar...
Finkenwerder, Hamburgo
Foto: Martin Typke.Posted by Hello

Dormida, escuchando al fantasma

Lo sentí. Anduvo por estos cuartos husmeando, pero me vio tan concentrada en trabajos ajenos que no preguntó nada. Sé que intentó posar sus falanges heladas en mi hombro. Sé que deseó enloquecerme con sus atroces desgarramientos, pero no lo hizo. Se conformó con pasear por el piso de arriba, moviendo ligeramente las persianas, dejando pruebas equívocas de que estuvo ahí.

Iba a acecharlo esta mañana, con mis balas de plata preparadas para dejar sólo el concreto en esta vieja construcción. ¡Pero qué lástima tener sólo huesos, piel y voces alrededor! ¡Tan asustado como yo anoche debe estar ahora, escondido en el rincón que yo usaba hace años, temiendo mi terrible venganza de desvelada inquieta!

Guerrera no soy a la luz del día. Busco otra cosa: un par de sombras junto al mar, la convivencia muda con el espíritu y alguien que me anime a no dormirme para seguir escuchando los roces tenebrosos de dudosas existencias.

jueves, mayo 05, 2005


Bella dama del asfalto...
Museum für Kunst und Gewerbe, Hamburgo
Foto: Martin Typke Posted by Hello

miércoles, mayo 04, 2005

Reina de porcelana

A Dora, la reyna-princesa

Quiero describir a esa dama suave del asfalto, su paso por las avenidas y las miradas que regala al mundo. Desde que nos cruzamos la he observado: nunca pierde el piso, llora sin aviso y anima cada ser que toca. Es de cristal o porcelana, a mi no me engaña la piel, y la he visto musical en las salas de baile, seria y absorta en sus labores, niña sin remedio frente a cada plato de sopa.

Y yo admiro los golpes que recibe y su capacidad para ser sin tropezar, para buscar el amor y entregar sin miedo. Quiero ser así, hermosa como ella, elegante y deliciosa chica, y encontrar la paz en unos brazos que me cuiden como yo sé que puedo cuidar.

Podríamos cambiar un día de vehículo, ella en mis accidentados argumentos y yo en su precioso sueño sin locuras. ¿Cómo no tuvimos el mismo destino si nos hemos visto como las mismas escuinclas crédulas escuchando viejos discos, llorando en una almohada fresca, luchando por unir tantas separaciones?

Para ser una mujer se precisa el paso firme, el aroma suave, la capacidad de predecirlo todo y de no tener miedo. Alicia tiene las manos más dulces que yo haya visto y un secreto esperando en el alma, la dedicación de la reina por sus súbditos y una corte de arlequines que desdeña a la espera de su rey.

martes, mayo 03, 2005

Ese azul desconocido

A Martin

Si yo te pudiera explicar las cosas que siento en este mundo tan raro, tal como te las expliqué hace once años, sentados en la ventana del señor Pascoe, y tuviéramos el tiempo para buscar semillas de jacaranda o subirnos al pesero que lleva a Tlalpan, todo sería más sencillo.

Uno va perdiendo hilos en la vida y aunque nosotros nos seguimos por cartas a través del sótano de la bruja y los ocho mil kilómetros de alcohol y soledad que te llevaste, algo se nos fue diluyendo en tantas letras. Que yo te recuerdo y eras tan joven, todavía en plena nieve te vi la inocencia prendida con un segurito de esos ojos azulverdes, y yo ya no era ni tan niña ni tan inocente ni tan entusiasta como para pelearme con todo el mar báltico, tu silencio incomprensible a mis risas y la dificultad de vernos como algo diferente a los amigos.

Si te escribo en este espacio de ojos es, como siempre, para retar tu timidez. Nada que diga para ti carece de significado porque me has acompañado, apareciendo y desapareciendo, escribiendo cuentos con recuerdos o filosofando sobre una motocicleta. Te lo digo, con nadie disfruté tanto caerme de una bicicleta y sólo tú fuiste capaz de quitarme el miedo al horno para jugar a los pasteles de avellanas.

Y recuerdo aquella tarde en el museo, la cocina del barco, el camarote y la cubierta, y cómo mientras tú mirabas el mar imaginario del muro yo hurgaba en los peroles de aquella cocina impecable. Quizás podríamos haber sido buenos marineros, cocinando y escuchando las olas. Ese es nuestro terreno, el mar que nos separa y los años que nos unen. Me sigue haciendo feliz saber que estás en alguna parte buscando, como yo, ese azul desconocido.

Mirando el azul podríamos estar...
Museum für Hamburger Geschichte
Foto: Martin Typke.Posted by Hello

domingo, mayo 01, 2005

La belleza sin nombre

¿Quién se atreve en estas noches de infierno, a reírse de todo lo que pasa?
¿Quién no se atormenta, quién anda con calma por las calles más peligrosas?

Te observo desde la confusión más extraña, me resultas tan raro que no puedo más que sonreír. Ah, que la tristeza de aquél me ha puesto en un sitio inesperado, que ando como gata, descolocada y oliendo los rincones desconocidos, sin poder ser más de lo que soy en un momento dado.

Y todas las calles se transforman en calles sin nombre, no me importa nada que no sea escuchar y mirar, de pronto la historia se me cambia de lugar y me sorprendo, una vez más me sorprendo por todo, sin elaborar nada, sin ponerle nombre, sólo el calor de madrugada, el insomnio y la extrañeza de encontrar a quien se encuentra sin quererlo.

Porque ya no sé nombrar el sudor y la carne. Porque tu casa no tiene adjetivos, como no los tuvo la música y la tercera mirada. Porque la mañana siguiente se me fue al otro lado del mediodía y el café pasó por mi cuerpo como por la tangente de esta rueda. Un helado (de limón por favor), las banquetas, este pinche sol inclemente y un cuento para el parque. A la despedida alegre sólo quería llegar a mi propio reino. Y fui muy, muy feliz.

He sido tantas y siempre la misma...
Kunsthalle, Hamburgo.
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

jueves, abril 28, 2005

Irremediable

Dime de dónde viene esta vocación por estar en tantos lados al mismo tiempo. El acabarte la risa en el trabajo, en las escuelas a destiempo, en las calles de cualquier ciudad, sin zapatos como en la playa. Esta amor por el sol vino tarde en mi, pero ya nunca quiero que se vaya.

Es que me viene el sol en esta casa oscura, nada que la disfrace de empresa puede quitarle los techos altos, los remates de la barda, los espacios para esconderse desde que desterramos a los cara de niño anidados bajo la duela.

Me viene en el auto -sólo somos reflejos- sin importar la hora, cuando voy cantando, cómo me conoces que te preocupa que me vaya a morir uno de estos días al volante por no poder ver lo que tengo enfrente. Sería una buena muerte porque estoy flotando, porque pienso tanto, porque siempre soy feliz así. Pero el instinto me cuida y queda ese sol, tan blanco en las mañanas, odioso y posesivo por las tardes, amenazando siempre por las noches.

Y sí, hasta en la más oscura iglesia del medievo lo encontré, se me escurre por todas partes, y ya definitivamente renuncié al sufrimiento, la infelicidad y el dolor como modo de vida. Me gusta demasiado la luz, no me puedo atormentar más de 12 horas seguidas, lo veo y nada más estoy segura de que el día de mi muerte me va a sorprender demasiado que todo haya pasado tan pronto.


Eso vino de nuestras tardes, perro verde. Hayquesejoder con este entusiasmo, gallego, no me lo acabo ni yo solita. Y hoy te lo dedico a ti.

Y hasta en las iglesias lo encontraba...
St. Marien Kirche, Lübeck
Foto: Martin Typke.Posted by Hello

miércoles, abril 27, 2005

Así te miré

Con atención...
Aunque con las manos te sintiera cada contractura, aunque después cerrara los ojos para seguirte viendo, así fue.

Así miré los días, cada uno diferente, la rutina no me impide ejercer estos poderes.

Así miré los abrazos, los otros ojos, las sonrisas que escasean como los sueños.

Así miré cada una de esas caras, las de los que me han amado, las de los que me aman.

Así miré las avenidas, se me han ido reduciendo en el camino que parte siempre del Río Mixcoac.

Así miré las tempestades, nunca removieron los cimientos, y los llantos tan benignos, cada vez más difíciles de conseguir.

Así miré el futuro, en un recuerdo que te alegra, lo recuerdo y sólo quiero hallar el camino a lo vivido.

Porque te miré, te miré atenta, y nunca fui una mujer más feliz contando vértebras y cuentos.

Y así te miré...
Mi ojo.
Foto: Martin Typke. Posted by Hello

martes, abril 26, 2005

Por el rostro conocido

Está bien levantarse y dejar en el toallero las colillas formadas. En el cuarto de espejos la cama ravuelta, la estela de este perfume dulce por treinta metros cuadrados. Está bien salir, hoy no quiero permanecer en este reino, todo está demasiado vivo y hasta mis hijas las plantas me vuelven la espalda, tienen sueño todavía.

Es tan temprano para descubrirse los hombros, para cantar en patriotismo, para encender un cigarrillo en el final del anterior, es tan tarde para seguir durmiendo. De todas maneras estornudo y un hombre a tres filas de autos me dice salud. Me sonrìe. Nos despedimos, complicidad a las ocho de la mañana en esta ciudad de aire.

Y podría haber sido como Sémele
Inocente, hermosa y amante
Preñada y curiosa por ver el rostro de su dios

Pero ya lo había visto, dormida. Este día no puedo quemarme en otra mirada. Estoy de nuevo en mi inmensa casa de avenidas imposibles, diosa como nunca, tan pequeña.

Así ardí, bajo tu mirada y rostros que se borraron...
Bar condesero.
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

lunes, abril 25, 2005

Yo soy yo

A Eli

¿Qué es lo que se es? Yo pregunto cuando veo los encuadres de tu cuerpo y los dolores de mis huesos. La realidad del trabajo me ilusiona, el aprender es mi punto más luminoso. Pero la sombra, la sombra me hace tropezar el día de hoy, casi todos los días, en la avenida menos pensada, destejiendo las palabras que tan categóricamente asenté sobre los vientos, que creí decir, que estaban tan huecas como mis dolores.

No me asusto, ¡estoy tan viva! ¡la risa me cuida tanto como yo a ella! La alegría no me abandona hasta en este dar vueltas por los pasillos, no sé a qué galería estoy dando, círculos y círculos cada vez menos parecidos a mis sueños, más como los de otros, irremediable era el nombre de esos besos trasnochados y definitivamente perdidos.

Cuando no se es lo que se es, se cancela toda posibilidad de crear historias vivas, de darle un nombre a cada ser, un nombre único que responda a esa sola voz. La estructura es una, pero la falta de creatividad es imperdonable. Tengo un nombre, tal como tú. El espejo esta mañana sólo me devolvió mi reflejo entristecido y sin embargo encontré algo, ya lo estamos escribiendo, se revuelve y tiembla de tan nuevo y brillante. Gracias por aparecer.

¿Estabas al final del laberinto?
Kunsthalle, Hamburgo.
Foto: Martin Typke. Posted by Hello

sábado, abril 23, 2005

Aizkolari

A ti, punki de la alquimia

En tus muros añejados escóndeme. En tus puertas, derruidas ya, inexistentes desde hace tanto, recíbeme cansada, a punto de caer en los brazos del aire. En tus altas torres, guárdame.

Déjame mirarte venir desde lo verde, alegre y sudoroso, para compartir tus silencios y palabras. Todo lo que tengas que decir lo escucharé atenta en esta alianza sin cuerpo que me has dado, en esta paz sin compromisos, lavada por ausencias que no abandonan, espacios que llevan piedritas en el piso y sonrisas, todas tus sonrisas por un beso profundo en los caminos.

No han sido tus palabras las que me enseñaron a talar sabiamente para que todo crezca. La alquimia del calor dado por la tierra, la renunciación por amor y tu mirada quieta fueron. ¡Cómo crecieron nuestros árboles! ¡Cómo me has llevado de la mano! ¡Cómo no necesitamos del cuerpo para darnos tanto!

Allá te espero, a la vuelta del encino, entre las hojas, como las pastoras, para darle materia a todos estos sueños.

En tus altas torres, guárdame.
Castillo de Loarre.
Foto: Javier García Ardanaz. Posted by Hello

viernes, abril 22, 2005

Sueño en la ventana

- Tengo un diente roto-, te dije, y te reíste de mi confusa mutilación. -Yo el alma-, contestaste, y nos quedamos callados observando la tarde. Teníamos que terminar en aquella ventana, en un tiempo sin ansiedad ni esperas, mirando intermitentemente el huerto y nuestros ojos cansados...

Finalmente conocimos la paz.

Ahí estuvimos, ahí estaremos...
Convento de Malinalco.
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

jueves, abril 21, 2005

Un tropiezo

Ya no sé dónde te puse, te busco en los cajones, en el aire... Creí que te había dejado en mi alma pero esta noche me trajo tus dolores, me sentaste para escuchar la cuenta de los agravios. Siempre he estado aquí y sin embargo me duermo todo el tiempo, dejo de escucharte, te me pierdes en el ir y venir de los caprichos. Ahí estaba pero no tenía lo que querías, lo que fuimos y no somos. Lo busqué sin hallarlo. Nos quedamos mirando y me acusabas. Tenías razón, pero nada podía hacer ya.

No he olvidado tus nombres luminosos ni tus manos (que nunca fueron mías). Yo te amé, todavía te amo, te dí todo el tiempo que tuvimos, te construí una casa en tu propia casa, una sonrisa de compañero, todas las vistas del paraíso en un álbum de ventanas, las palabras secretas de tus arcas. Y así soy, brinco y recomienzo, no dejo de andar, no sé quedarme en una cama que no sea la mía, en una vida que no sea la mía.

Ahora amaneció y estoy cansada. No quiero seguir colgada del mármol, te he mirado tantas veces a mis pies, lejano y frío, que me quedo dormida una vez más para no llorar contigo.

Estoy tan cansada de verte pasar desde este muro...
Palacio de Bellas Artes.
Foto: Huini Juárez. Posted by Hello

miércoles, abril 20, 2005

Enigmas...

Estaba yo tomando el fresco, sobre la mecedora, en el balcón de mi casa (escuchando "Entre caníbales")... Tejía esperando a mi amado imaginario (¿y yo qué puedo hacer si no quiere ser real?), jugando, mientras tanto, con su fantasma, entre derecho y revés.

Jugábamos a los enigmas... Era lunes y su espíritu cansado no acertaba a aventurar respuestas... Ah, él mismo era un enigma y no podía ni explicarse su ausencia (¿presencia?) intermedia, su existencia de retazos de tela, su entramado de tejido irregular.

Aunque no. Estaba sin balcón ni mecedora, tejiendo reveses en la cabeza pero escribiendo un reporte escolar con ligera atención (escuchando "El loco"). No era lunes. Y los traje a ver si alguien me cambia tres respuestas por una sonrisa.


1
Si te asomas con cuidado te aniquila.
Hay que plantarse sin motivo
y atravesarlo para salir ileso.

2
Lava y purifica por momentos,
con cuidado para no ser descubierto,
Las tramas de sus silencios negros
bordeados de fértiles motivos.

3
Reconvenida y asediada, no se larga ni se queda,
Desanda la risa, recrea las historias.
Vives de ella y en ella
si eres alguien en realidad.

¿Cómo es que me encuentro en todos? Tenemos tantos ojos... Posted by Hello

lunes, abril 18, 2005

Lo que viví...

A Juanito

Amanece y soy la mujer que limpia el piso; nada sino el olor del agua y los brillos del sol que pasan por el florero y riegan los prismas de silencio en el el condominio. Luego el baño, la misma agua convertida en vapor, todos los sueño por el drenaje, líquidos, y esa cara en el espejo, otra vez el mismo comienzo diferente. ¿Cómo fui de presencia vaporosa a Casandra determinada? Con el espanto le dejo un beso a Orestes, me vuelvo a los libros y ahí está, preciso como las espinas en las rosas eternas de mi mesa: la mala poesía de los metafísicos, el contenido sobre la forma, la verdadera vida no entre líneas sino ahí, escrita rotundamente, sentida por mi.

Porque sonó el teléfono y eras tú: te dolías y pedías de comer. Te dejaste cuidar y sonreíste para mi con placidez.
Porque sonó el teléfono y eras tú: comprendiste y nuestros tigres esperaron a la siguiente tarde de sol. Me devolviste la calma.
Porque sonó el teléfono y era yo: pero no quisiste escuchar y me dejaste el tono al infinito de estos miles de kilómetros, envuelto en tu rabia inexplicable.
Porque sonó el teléfono eras tú: sonabas lúcido desde tu locura y creías en lo que decías, pero no era cierto.
Porque sonó el teléfono y no eras tú: era la voz divertida del presagio. Todo se desencadenó y regresé a mis sueños de pelo revuelto.

Y sí, juntos cubrimos las áreas conocidas de la ciudad y te espantaron mis lágrimas y por una vez hablaste con dulzura. Sola recorrí antes estos mismos caminos, pero nunca los ví tan claros. Cantaba y nadie me escuchó. Corrijo: yo me escuché.

Compartíamos la noche deshilachada del domingo, el escenario más trivial, el menos adecuado siempre, pero sé que viste lo que había en mis ojos mientras ardían y te esforzaste en construir un sentido para ese momento conmigo y todavía mientras nos chingábamos cariñosamente me retumbaban esas palabras en la cabeza: "estás conmigo, estás segura, puedes hacerlo".

¿Sabes? Sí era cierto. Estaba contigo, segura y pude hacerlo. Pude regresar a esos infiernos de los que me diste la llave y no pasó nada malo. Éramos más fuertes, menos ingenuos, amábamos más la vida y creo que hasta mejor: "... de lo que se trata en realidad y para el materialista práctico, es decir, para el comunista, es de revolucionar el mundo existente, de atacar prácticamente y de hacer cambiar las cosas que nos encontramos."

Y sólo así, en este contexto, en cada uno de estos días, lo acepto: somos comunistas y transformamos este mundo, es nuestro si lo queremos construir.

En cada puerta había una pregunta...
Palacio de Bellas Artes
Foto: Huini Juárez.Posted by Hello

sábado, abril 16, 2005

vistas y ventanas

Yo creía que las ventanas eran para el que las quisiera ver... ¿Cómo le pones título de propiedad a un espacio transparente? Lo de afuera no tiene dueño, lo de adentro se define con dificultad.

Te regalo mi ventana en un punto previo a nuestra historia, a tu miedo atenazado en tu propio marco desde el balcón, a las noches sin ti, a las noches conmigo... Era un barco y zarpaba; su rumbo no era el esperado, regresó al mismo lugar tras un año, pero ahora ya no estaba afuera, lo cubría el pesado cortinaje de la distancia, se moría de tristeza por ser visto.

No te voy a pedir perdón, pero te quiero.

barco en la ventana


Foto: Huini Juárez.

viernes, abril 15, 2005

¿Qué hay más débil que un dios? Gime hambriento
y husmea
la sangre de la víctima
y come sacrificios y busca las entrañas
de lo creado, para hundir en ellas
sus cien dientes rapaces.

(Un dios. O ciertos Hombres que tienen un destino.)

Cada día amanece
y el mundo es nuevamente devorado.

Rosario Castellanos

Después de llover

Todo el caos y la risa de detener la ciudad y el calor a gota gruesa, las lluvias antes de temporada traen presagios de milagros... Horas y horas cantando sola, bailando con la caída, dejando entrar el agua por la ventanilla, todo lo mojado se vuelve a secar... llegar a jugar con un niño, un gato y una mujer de tonos oscuros, en una casa tan deshecha como la ciudad, verde, luminosa y sonriente...

Pesa la noche soñando con un sueño, despertar sorpresiva con el ruido de una llamada... ¿Eras tú? ¿Era mi sueño? ¿Era el despertador y su insensatez? Era todo eso y mi falta de palabras, un cigarro tembloroso, la imposibilidad de cerrar los ojos otra vez...

Érase una vez un arlequín con ojeras, una talla de madera con hilos, un retrato para ilustrar la sonrisa del futuro: pase lo que pase sonreír, con tanto cansancio nadie notará si es de emoción o de amargura.

miércoles, abril 13, 2005


¿Desde dónde se ve lo que se ve? Posted by Hello
Todo es cosa de ver hasta dónde llegan los azules. Se pierde el verde en la luz de la esquina, se forma un pentágono en la intersección de la hoja. Impasible es esta toma, escudriñada al pixel, segmentada en cuadrados perfectos, impresa en hojas traslúcidas para un sueño de cielo que cuelgue eterno en un espacio oscuro y helado.

No habita esta nube la vida. Si puedo acercarme lo suficiente noto el paso del pincel, la mancha diminuta que elimino, una pureza que corrompe los azares de esta falta de tiempo. Otra mentira en altaresolución. Todo lo controlado, previsto y esperado sucede, pero no es hermoso. Hermosa la efímera aparición que quema la retina, lo fugaz. Las hormigas poseen la verdadera belleza.