miércoles, enero 18, 2006

Tiempo sin paleta de sandía

Hace frío, más que ayer. Sin embargo, he decidido que esta sea la semana de las faldas y salgo con las piernas descubiertas, la piel helada y como de gallina, y es que estoy cansada de que el clima me determine.

El aire que se cuela entre mis rodillas me despierta del letargo: ha sido un largo duelo y me empieza a cansar este cansancio, salir todas las mañanas con el cabello atado, tener tan poca facilidad para la risa y el acercamiento.

A la hora de la comida por los dominios del asfalto, me pega el sol en los muslos y me río: estoy demasiado viva y por más que existan el pasado y el futuro lo siento, en ese instante determinado que sólo se convierte en presente cuando omito a mi conciencia. Estoy ahí, cruzando el parque, voy por cuatro pesos de tortillas, la piel se me calienta y me siento ser.

Antenoche nos demostramos la facilidad con la que se crean momentos especiales. Abrir pacientemente una botella de vino de 1967, sentir nervios de que esté arruinada, encontrar el líquido perfecto y equilibrado tras ese corcho guerrero y estar como bobos mirando el reflejo en la servilleta, metidos en un rojo que no era rojo pero que nos introdujo en un estado indeterminado del tiempo, que nos dio la cena perfecta para celebrar solo un momento más, el estar ahí, en la cotidiana Narvarte, uno al lado del otro y sonriendo, llenando de vino los silencios y de silencio las sonrisas.

Seguramente poco más hay que se pueda llamar alegría, y fui consciente de ello.

(Se me viene a la cabeza la imagen de la dulce anfitriona de la rosca de reyes; de su monarca al lado, sonriendo como un pequeño; de un extraño que guarda cada vez menos silencio, juguetón con gorra-bufanda, dueño de la sonrisa del enigma; de Juanito y su fiesta triunfal, llena de gente y encuentros de una noche sin minutos).

El tiempo es mucho más que tres estados.

3 comentarios:

  1. pos en ese caso, mi tiempo es de plasma y se mueve de maneras misteriosas.

    un abrazo pa usted e i, tambien.

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  2. Anónimo5:34 p.m.

    el ejercicio de usar falda puede ser más peligroso que el ejercicio de renunciar a la percepción del tiempo.

    eyy salud sister, por sus tiempos sin tiempo...

    por cierto, a ver que día cae a comer por avedos.

    besotes

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  3. peligrosísimo... terminé helada y hoy mejor pantalones...

    y pos cuando la abogada lo disponga... pero sólo si me dan paletas de sandía con chilito de postre.

    muajaja!

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